Noticia en Diario La Hora: Aumentan recursos y burocracia
El ministro de Salud afirmó que se tomarán todas las medidas para que en el futuro se puedan evitar infecciones intrahospitalarias y para brindar una mejor atención a la población.
En este sentido aseguró que están aprobado el plan para contratar 4.500 partidas de personal sanitario, entre médicos, enfermeras, odontólogos, trabajadoras sociales, psicólogos y auxiliares.
Asimismo dijo que gracias a la nueva Ley de Hidrocarburos y a los recursos que se obtengan en la Cuenta Especial de Reactivación e Inversión (Cereps), el sector sanitario podrá contar con un presupuesto de 830 millones para el próximo año, es decir un 40 por ciento más que en este año.
El Federalista: la iniciativa privada logró construir y equipar un hospital de alta tecnología a un costo de 28 millones de dólares. Sin embargo el sector público destinará 30 veces esa cifra para mantener el calamitoso sistema de salud público, dinero de todos los contribuyentes, dinero que mayoritariamente va a financiar a un privilegiado sector sindical ineficiente que evade sus responsabilidades y amenaza a la ciudadanía con paros y huelgas cotidianamente.
¿Hasta cuando tenemos que soportar los ciudadanos tanta insensatez?
Pero hablemos de las soluciones que deben tomarse, estas son: la desburocratización del sistema de salud al reducir el número de organismos y funcionarios públicos. La asignación de los servicios de salud a los municipios para que éstos puedan asignar y controlar los recursos destinados al sector. La concesión de centros de salud a la empresa privada y la desregulación del sector para permitir cuentas individuales o familiares de seguro de salud.
¿Los pobres pueden acceder a sistemas de salud eficientes? de realizarse lo anterior, la respuesta es afirmativa y puede lograrse de tres maneras: a través de sistemas de salud comunitarios autogestionados -que ya funcionan en algunos barrios de Quito y Guayaquil-, a través de la caridad privada -que ya suple de equipamiento y atención médica gratuita o de bajo costo-, y en el peor de los casos, de sistemas municipales de asistencia médica para familias de menos recursos.
Para lograr todo esto se requiere solo de voluntad política y sentido común, cosas que brillan por su ausencia en el actual gobierno.
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