Los mineros exigen empleo no subsidios ni trabajos temporales. Los mineros rechazan el mandato minero aprobado por la Asamblea Constituyente. Los mineros exigen una ley de minería que les deje trabajar. Los mineros rechazan a los ambientalistas que les han quitado el empleo y han condenado a sus familias a la pobreza y a una economía agrícola de susbsistencia.
Antes se vivía de la agricultura como hace mil años, la minería en cambio significa mejores salarios, más servicios, una oportunidad de futuro para los hijos de los mineros y la posibilidad de quedarse y no migrar. Pero el gobierno de Rafael Correa y su Asamblea Constituyente les ha quitado ese horizonte de progreso y les ha regresado a una economía de tala y quema más depredadora del ambiente y que no garantiza una adecuada subsistencia.
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