El gobierno de Ecuador busca de nuevo insertarse en la OPEP supeditando su política energética doméstica a la del cartel, una evidente contradicción al concepto de "nacionalismo energético".Noticia en El Comercio:
La OPEP está a la espera de que Ecuador regrese al grupoEl presidente del Ecuador, Rafael Correa, ha expresado en reiteradas ocasiones su deseo de que el país latinoamericano, que bombea cerca de 530 000 barriles diarios de crudo, vuelva a la organización, que abandonó en 1992 tras veinte años de participación en ella como miembro de pleno derecho.
Aparentemente, Quito no necesita volver a hacer el trámite usual para adherirse a la
organización, pues su salida del grupo nunca se llegó a legalizar jurídicamente.
Ya en la última conferencia del Consejo de Ministros de la OPEP, celebrada el pasado 15 de marzo en Viena, el presidente de turno de la organización y ministro emiratí del Petróleo, Mohamed Al Hamli, sorprendió en una rueda de prensa al afirmar que "Ecuador es aún miembro. Su pertenencia simplemente está suspendida".
Según fuentes del grupo, lo único que el Gobierno de Quito debería hacer para reintegrarse plenamente como décimo tercer miembro de la OPEP es saldar unas deudas pendientes, de unos 4,2 millones de dólares.
El Federalista: ¿cual es el beneficio de participar en el cartel petrolero? tengo la impresión que esta iniciativa solo busca poner a nuestros funcionarios en la foto familiar de la OPEP.
El petróleo ha supuesto una maldición para nuestro país sin duda, y esto ha resultado así porque su control está en manos de políticos y militares que han utilizado los recursos naturales como trampolín y financiamiento de sus carreras. Políticos viles han confiscado empresas privadas, forzado a renegociar contratos petroleros, creado sistemas de privilegios sindicales y burocráticos. Recordemlos que nuestra famosa Ley de Hidrocarburos se expide durante la dictadura y ha permanecido sin mayores cambios durante el periodo democrático, esta tristemente célebre ley ha permitido expropiar empresas y regular el mercado con los resultados que todos observamos: corrupción, desabastecimiento de combustibles y frecuentes broncas entre políticos y caciques locales que cual hienas quieren
repartirse los beneficios del esfuerzo ajeno para comprar conciencias.
Los nacionalistas que padecemos; los socialistas del siglo XXI, los mafiosos de las centrales sindicales y los ex generalotes/almirantotes de la dictadura, se llenan la boca con discursos de "nacionalismo", "patria altiva" y "soberanía", mas lo único que han logrado sus nefastas cabezas es convertir al petróleo en fuente de beneficios sindicales y políticos. Son tan patrióticos estos señores que nuestros derivados tenemos que importarlos, nuestra industria petroquímica es pequeña o nula, la explotación es lenta e ineficiente pues mientras Petroecuador es un nido de sindicalistas privilegiados que aseguran la ineficiencia del sector, las empresas privadas en cambio están sujetas a los designios del Ministerio de Energía, la Dirección Nacional de Hidrocarburos y a las maquinaciones del Consejo de Administración de la petrolera estatal.
Es un hecho por ejemplo, que la producción estatal de petróleo sólo
se ha incrementado expropiando empresas privadas o renegociando la participación del Estado a menudo con la amenaza de usar la fuerza. Pero ni esto es suficiente, luego de la expropiación
la producción estatal vuelve a caer. Rafael Correa y todos los políticos mafiosos juntos jamás podrán imprimir eficiencia en ningún sector productivo usando toda la vocinglería que los caracteriza.
Sencillamente porque para producir algo se requiere capital, iniciativa y trabajo duro, cosas que los políticos solo confiscan, no tienen y no están acostumbrados, respectivamente.
Pero a pesar de toda su fanfarronada, estos mediocres se contradicen, hablan de "política petrolera nacionalista" y sin embargo ahora pretenden ponerse bajo órdenes del cartel petrolero mundial, con el riesgo para el país de tener que recortar producción petrolera local si la OPEP quiere aumentar artificialmente el precio de los hidrocarburos. Un error. Pero incluso siendo Ecuador miembro de la OPEP, puede pensarse en movimientos diplomáticos audaces para obtener beneficios, si, pero siempre y cuando se lea bien el momento geoestratégico y se comprenda economía moderna en lugar de
leer/escribir mediocres pasquines ideológicos.
No veo como esto beneficiará al país, sobretodo si el actual gobierno empieza a conocerse por su ingenuidad en cuanto a relaciones internacionales y su incompetencia en materia económica.
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