Tuesday, December 19, 2006

No debe crearse el Ministerio de Cultura

Con respecto a la iniciativa de creación del Ministerio de Cultura por parte del gobierno de Rafael Correa

Según Wikipedia: la cultura son todas las formas de vida y expresiones de una sociedad determinada. Como tal incluye costumbres, practicas, códigos, normas y reglas de la manera de ser, vestirse, religión, rituales, normas de comportamiento y sistemas de creencias.

Pero todas estas costumbres, practicas, códigos, se originan en la sociedad en forma espontánea mediante el continuo trato del individuo y su medio ambiente, juegan un papel importante los emprendedores culturales que influyen en distinta intensidad sobre los valores culturales de la sociedad y los cambian, diversifican, amplifican. El desarrollo de la cultura es también una suerte de destrucción creativa donde las viejas tradiciones se transforman o se cambian para dar paso a unas mas vigorosas y mas deseables.

Pero todo desarrollo cultural necesita de libertades individuales

Cuando existe un organismo estatal de cultura, las libertades civiles suelen estar en peligro. Pues la intervención gubernamental privilegia o estima mas prioritarias ciertas formas culturales y por ende las políticas públicas fomentan los intereses de grupos de presión que logran atención de los políticos para fomentar su trabajo en detrimento de otros grupos e individuos que no ejercen presión o no lograron “padrinazgo” de funcionarios públicos.

Un caso extremo, o mas bien dicho, mas patente de lo que hacen los organismos culturales, es el de Joseph Goebbels ministro de propaganda (Propagandaministerium) de Adolf Hitler. Quien organizaba desfiles, marchas, inmensas concentraciones con antorchas, daba forma a los discursos y controlaba el cine, la radio, la prensa, las artes, el teatro y toda manifestación cultural que existiese o se inventase.

Goebbels sigue vivo en cada organismo cultural estatal que existe o se crea, sus máximas de propaganda aún se mantienen, por nombrar tres de ellas: El principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada. (típicamente reunir equivocadamente en un mismo saco “neoliberal” a liberales y FMI). Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos (Como tildar la apertura comercial de empobrecedora cuando la pobreza se generan en los privilegios estatales). Principio de la unanimidad. Llegar a convencer mucha gente que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad.

No es extraño entonces que las manifestaciones culturales financiadas por el gobierno tiendan a favorecer las ideas que avalen la existencia del Estado, su organismo cultural y a la burocracia, políticos y privilegiados dependientes de estos. Gobiernos y sus organismos culturales suelen fomentar libros, películas, obras de teatro y artes plásticas con temáticas relativas a la lucha de clases, el regreso al mito del buen salvaje, la crítica al progreso económico, la “sana” convivencia con el medio ambiente, la condena a la búsqueda de fortuna, la "identidad nacional" y el "bien común", etc.

Pero es que también hay muchos voluntarios a esta tarea, sea como activistas que logran puesto en el gobierno o extraños francotiradores que nunca habrán ejercido cargo pero gustosos apologizan la existencia de estados de amplios poderes y hasta ejercen culto a la personalidad de dictadores y tiranos. Oswaldo Guayasamín y Gabriel García Márquez son un par de ejemplos de anuencia a dictadores como Fidel Castro.

¿Qué debe reemplazar a este organismo?

La Libertad, la libertad de emprender cualquier proyecto cultural, que implica asumir los beneficios y riesgos de que el emprendimiento sea bien o mal recibido, aprender de los errores y aciertos, capitalizar los logros para continuar con el proyecto individual de vida que implica intentar trascender con la obra los límites del tiempo. Los creadores de cultura deben ejercer su actividad libres de privilegios y libres de censura.

Los organismos de propaganda, llámense ministerios, consejos o subsecretarías, deben desaparecer.

5 comments:

Autómata said...

Es cierto, la "CULTURA" como tal (conjunto de costumbres y manifestaciones de los grupos humanos) no puede ni debe ser administrada de un modo político e intervencionista (en respecto al posible ejercicio de propagandismo y auspicio a lo mas apegado a la ideología de gobierno).
Pero si se lo hace correctamente (en el caso de Canadá el gobierno auspicia y financia expresiones artísticas que van desde el cine hasta la ya inmensa industria musical "indie" canadiense) se puede llegar a institucionalizar la "gestión cultural" no curando ni segregando sino creando espacios y educando a la gente para que decida que cultura o no cultura absorber (por ej. el patético caso del reguetón que está sobreexpuesto a los medios invadiendo nuestra cultura urbana)
Yo si estoi de acuerdo a la creación de un organismo ministerial dedicado a la cultura, soñando despiertos puede ser el inicio de una nueva etapa en nuestra sociedad, claro si se lo hace correctamente, al fin y al cabo es mejor tener que carecer.
Saludos.

Danny Ayala Hinojosa said...

Estimado Autómata, desde luego las intenciones pueden ser muy buenas en tu caso y hasta puede sonar muy racional la propuesta canadiense, en cualquier caso un mal menor desde un punto de vista liberal, pues necesariamente habrá de costarse con dinero de la gente todo organismo burocrático generalmente sin su consentimiento.

Sin embargo, y ya en el caso de nuestros países aún muy atrasados políticamente, donde se cambia de Constitución como de camiseta y los principios son moneda sin repaldo, un nuevo organismo como este es un peligro real para la cultura, desde ya veo entrevistas donde sin ambajes se pide cuotas y privilegios para ciertos géneros culturales. Peor aún, este problema no es nuevo ni se va a inaugurar con el ministerio, la Casa de la Cultura y la Subsecretaría de Cultura ya han sido presa -siempre, según algunos observadores- de las plagas que apunto en el artículo, ahora, con rango de ministerio y con la espada de Damocles de la Constituyente, bien puede imaginarse este nuevo ministerio como un mero instrumento de control cultural, de ninguneo de manifestaciones culturales "no comprometidas", de subversión y reemplazo programado de valores occidentales por supuestos valores comunitarios (que en cualquier caso deben coexistir pacíficamente sin intervención política).

Nuevamente, las intenciones pueden ser buenas pero en un gobierno donde son ministros personajes como Patiño, Valencia, Pareja Yanuzelli, Acosta, Dávalos, Tandazo, etc. , algunos verdaderamente siniestros (ex-terroristas incluídos), el tema se da para dudar.

Anonymous said...

Danny:

Respeto tu criterio, pero pienso que te has sesgado demasiado. España y Francia, a parte del modelo canadiense que dice autómata, también tienen ministerios de cultura; y además, una política tributaria que incentiva a las empresas privadas a invertir o financiar actividades culturales (películas, investigaciones, libros, muestras museísticas, exposiciones, etc); así mismo, tienen leyes que con pequeños impuestos crean grandes fondos para solventar estas actividades sin ningún tipo de sesgo o censura previa para aprobar lo que se va a financiar. (Muchas de las películas de Almodóvar, polémicas, han recibido ese respaldo del fondo cinematográfico).

El punto es que no veo ningún peligro. Lo que sí veo es que estás haciendo oposición fuerte al gobierno sin antes ver los frutos. Esperemos para ver qué pasa, un año por lo menos; las cosas no son rápidas, tienen procesos.

Saludos,

Danny Ayala Hinojosa said...

Zort:

No creo que deba darse incentivos gubernamentales a ningún sector, el gobierno no debe salvar bancos ni financiar películas, no debe arropar a industriales ni darles sueldo a poetas. Derivar dinero público a tareas que no le competen al gobierno es establecer privilegios frente a otras actividades culturales o económicas. La función del gobierno (si es que realmente fuese necesario tener alguno) es sostener un sistema jurídico que garantice derechos y que esos derechos les sean entregados a todos en igualdad. Entregar dinero de impuestos a actividades de productores, culturales en este caso, es violentar el principio de igualdad ante la ley.

Anonymous said...

Y también lo es entregar incentivos a la producción, a las industrias, subsidios eléctricos a las plantas industriales, etc...

Si pensamos en estos puntos, también sería un delito de discriminación ¿no?. O sea, el punto es por qué los industriales y empresarios sí reciben prebendas y por qué no se apoya a la cultura que ha sido tan olvidada en nuestro país. Y no hablo de cultura como poetas y pintores, sino el amplio espectro que la palabra posee: no conocemos nada de los pueblos originarios del país, o de las etnias del Amazonas o de la tradición afroecuatoriana y montubia; no solo los escritores y laureados es la cultura, ojo con eso.

Yo no hablo de dar sueldos o mantener a poetas, yo hablo de crear una verdadera política cultural que promocione la riqueza de nuestros pueblos (urbanos y rurales, etnias y burguesía) a nivel nacional e internacional; y para eso se deben financiar proyectos. No es delito, creo yo, invertir en un sector tan importante como el turismo (que se promociona a nivel exterior) pero que más que vender atractivos, lo que hace es difundir el pensamiento, creación artística y cultural del Ecuador; ya que eso también es un patrimonio, intangible, pero que debe ser conocido al igual que nuestras playas no solo afuera, sino acá también. Saludos y gracias por permitir este debate.