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Tuesday, October 14, 2008

¿Perú tendrá un presidente homosexual?

Noticia en El Comercio: Jaime Bayly dice que será el primer presidente homosexual de Perú

El polémico escritor peruano, Jaime Bayly, reveló con su conocido estilo irreverente que será candidato presidencial y dijo que se convertirá en el "primer presidente homosexual e impotente del Perú" , anuncio que coincide con la salida de su novela "El canalla sentimental" .
"Yo voy a ser candidato presidencial en el 2011, ya estamos reuniendo las firmas para presentarlas al Jurado Nacional de Elecciones y voy a plantear unas ideas innovadoras y liberales" , dijo el autor de "No se lo digas a nadie" el domingo en la noche en su programa "El francotirador" de Canal 2 de Lima.
Bayly aseguró que será "el primer presidente homosexual e impotente del Perú" y que el presidente Alan García, al terminar su mandato, le pondrá la banda presidencial el 28 de julio de 2011 en el Congreso, el cual cerrará, de llegar al gobierno.
El escritor de "La mujer de mi hermano" y "Los últimos días de La Prensa" , informó que entre sus planteamientos estará legalizar las bodas gay, despenalizar el aborto, desarmar las fuerzas armadas y propondrá que la iglesia católica se autofinancie, volviendo Perú un Estado laico.
"Voy a ser un candidato para joder, para hacer jaleo, voy a hablar mal de los curas y de los militares" , dijo.

El Federalista: Tremenda noticia la que nos trae Perú, no por la postulación de un gay reconocido, sino por la promesa de este de disolver el Congreso de ese país si llega a la presidencia, que barbaridad. Aparte ¿bodas gay? pues que las haya ¿despenalizar el aborto? diré que es una sana medida aunque yo mismo desprecie al aborto y me lluevan piedras de mis propios amigos ¿desarmar a las FFAA? aplausos ¿que la iglesia se autofinancie? más aplausos.

Aunque lo más probable, y de cierto modo ya anunciado, es que se trate de una candidatura nada más para efectos mediáticos. Pese a ello, me parece bien que Bayly se lance a una candidatura presidencial (yo prefiero a Lourdes Flores), al menos yo estoy harto de dictadorzuelos vulgares de blusitas bordadas, charreteras o ponchos de mal gusto, pretendiendo por ello pasar como uno más del pueblo, cuando en realidad son pelmazos adictos a los poderes totales y al hedonismo que puede traer este, cuando no al ilegítimo enriquecimientos propio y de su camarilla.

Si el Perú elige a Bayly, los peruanos tendrán, a diferencia de algún país ecuatorial, a un gay reconocido y no a uno enclosetado y represor/reprimido. Los bailes presidenciales de reggaeton con el ministro coordinador de la política serán hechos públicos y reconocidos, y no escondidos con amenaza de prisión si alguien los devela.

Wednesday, October 08, 2008

El capitalismo liberal funciona, lo demás NO

Breve reflexión de media tarde. El capitalismo liberal es el único sistema social en que además de ser ético también es el más eficiente para el desarrollo de la raza humana, todo otro sistema social sólo funciona como parásito del primero y se impone mediante la violencia.

El comunismo o socialismo real es un sistema redistribucionista que se basa en la colectivización de los medios de producción, esto es, redistribuye lo que ya existe, lo que el capitalismo creó en etapas pasadas.

El socialismo no es otra cosa que un camino para avanzar hacia el comunismo, en ocasiones el socialismo es elegido en las urnas pero sus métodos de imposición son igualmente violentos: censura, impuestos, coerción, regulación. Tampoco este sistema permite crear nada, sino sólo copiar, confiscar y regular el producto de etapas pasadas más libres.

El fascismo es otra forma de llamar al socialismo, sólo que este suele contar con la cooperación de algunos hombres de negocios que hacen buenos tratos con el gobierno. Este es el sistema económico y político que el gobierno de Rafael Correa está imponiendo, "para mis amigos todo, para mis enemigos ni la ley". Como fascistas pueden llamarse los sistemas políticos de los años de la II Guerra mundial, sistemas impuestos en la Alemania de Hitler, la Italia de Mussolini, el Japón de Hiro Hito y los EE.UU. de Franklin Delano Roosevelt. Sin embargo, los aliados, una liga de naciones que venció al Eje Alemania-Italia-Japón necesitó de todo la eficiencia empresarial y el músculo capitalista para poder vencer a las potencias del Eje, a su vez beneficiadas por los logros del capitalismo de épocas pasadas y parcial o totalmente expropiados a sus creadores.

La socialdemocracia permite ciertas libertades civiles y políticas pero coarta las de tipo económico, por lo que este es otro sistema fracasado que impide la superación personal y el desarrollo social. El Estado Benefactor es un rostro de la socialdemocracia, otro es la subsidiaridad estatal que promueve la democracia cristiana o el conservadurismo, en ambos casos, y en un verdadero acto de fe, los proponentes de ambos sistemas creen que el Estado "puede ayudar" a la sociedad permitiendo ciertas libertades, coartando otras y supervisando sistemas de beneficencia social. Sin embargo, ambas formas de socialdemocracia necesitan desesperadamente del capitalismo para poder crear riqueza que luego pueda ser parcialmente confiscada mediante impuestos para crear los predeciblemente ruinosos sistemas de beneficencia gubernamental.

El capitalismo liberal funciona, los demás son cuento.

Wednesday, September 03, 2008

El ‘modelo sueco’, 1960-1990

Por Gabriela Calderón

Hasta 1950, la carga tributaria como porcentaje del PIB en Suecia era más baja que aquella de Alemania, Estados Unidos, Reino Unido y Francia. Era de apenas el 22%. Es precisamente durante esas décadas de baja carga tributaria (1870-1950) que Suecia era el segundo país en Europa con la tasa más alta de crecimiento promedio del PIB.

En cambio, entre 1950 y 1973, periodo en que se instauró el “modelo sueco” de intervención estatal en la provisión de servicios públicos, el crecimiento de Suecia fue el más lento de Europa Occidental con la excepción del Reino Unido. Lo mismo sucedió para el periodo entre 1973 y 1998 pero esta vez solo Suiza demostraba un peor crecimiento.

Veamos: Suecia duplicó su carga tributaria entre 1960 y 1989 (del 28% al 56% del PIB). Durante 1960 y 1980, el gasto público pasó del 31% al 60% del PIB y el empleo público como porcentaje del total de la fuerza laboral se triplicó. La adjudicación de más y más responsabilidades exclusivas del Estado sueco (léase monopolios estatales) resultaron en que el país se convirtió en “el paraíso de la producción en masa, ya sea de automóviles, viviendas, educación o salud”.

Pero el modelo era insostenible y eso se volvió dolorosamente evidente entre 1991 y 1993, periodo durante el cual se perdió medio millón de empleos y el PIB sufrió una pérdida acumulada del 6%. El gasto público se disparó al 72,4% del PIB.

Para 1960, antes de que se instaurase el Estado de Bienestar, Suecia ya era una potencia industrial con una población educada. Esa fue la base económica que le proveyó a la socialdemocracia los recursos necesarios para la implementación del Estado benefactor. De manera que, dice Rojas, “quienes predican la adopción del ‘modelo sueco’… en países sin una base material comparable, no hacen sino proponer una quimera”.

Leer el artículo completo en El Instituto Independente

Saturday, May 10, 2008

Destruir al amprendedor es destruir la base misma de la civilización

Todos los colectivismos, incluyendo al socialismo utópico, el fascismo, comunismo o socialismo real, la socialdemocracia, el nazismo, la teocracia o el militarismo, son formas de esclavitud del ser humano, atentan a la naturaleza humana y su mente creadora, son un ariete contra las columnas de la civilización.



El socialismo como cualquier otra ideología colectivista, busca destruir toda defensa de los derechos individuales para apropiarse del esfuerzo ajeno, para beneficiarse de lo que otros han creado, para ejercer dominio sobre personas y bienes. El socialismo, mediante la violencia directa o usando al gobierno como intermediario, busca destruir al emprendedor, tanto porque lo envidia, tanto porque el emprendedor es la mano que da de comer al parásito, y porque busca los beneficios y comodidades que crea el capitalista sin tener que pagar.



Pero sin personas con iniciativa e inventiva no existirá creación de bienes y servicios, no existirán empleos ni salarios. Sin emprendedores las sociedades se derrumban bajo el peso de mil necesidades insatisfechas. Sin riesgos que los emprendedores asuman y sin oportunidades que aprovechar por parte de estos, no habría ningún avance social, económico o cultural. Las artes se estancarían, los avances técnicos se frenarían y la sociedad misma iría carcomiéndose hasta regresar a la brutalidad de las cavernas, cuando ya no quede nada por depredar por parte de quienes ningún bien o servicio producen.



¿Y si los políticos expulsan y confiscan a los empresarios? los políticos tomarán el mando y manejarán empresas como feudos, produciendo privilegios en lugar de servicios, creando miseria en lugar de bienes. Los trabajadores, hábiles cada uno en su oficio, no tendrán guía ni coordinación de su esfuerzo, pues al no asumir riesgos y detectar oportunidades, su trabajo laborioso será inutil, un gasto de energía sin una finalidad racional.



Porque el sólo hecho de producir mecánicamente de nada sirve en un mundo donde no hay empresarios y no se coordinan libremente ofertas y demandas, donde los incentivos ya no existen y donde los políticos reinan. Las manzanas se pudrirán en los almacenes y los textiles se perderán en bodegas, los tractores se oxidarán en patios y los minerales se amontonarán en escoriales. Sin emprendedores coordinando compras, ventas, expansiones, fusiones, innovaciones técnicas, creando planes, contratando y capacitando personal; las industrias se convierten en meras herramientas sin una prosósito y las empresas, en burocracias sin rumbo.



El ataque del colectivismo a los emprendedores, es el ataque mismo a quienes soportan en sus hombros las más grandes responsabilidades de una sociedad, responsabilidades que no todos quieren o pueden asumir, pero de cuyos frutos los parásitos buscan tener tajada mediante regulaciones e impuestos.



Si el capitalismo es el sistema de la mente en búsqueda del éxito, el mérito y el beneficio, el socialismo es la ideología del fracaso, la rapiña y el autoritarismo.