Thursday, August 14, 2008

Tarifas eléctricas ¡Qué brutos son!

Hay que ver de cuanta desfachatez son capaces los funcionarios del actual gobierno

Noticia en El Comercio: Nuevas tarifas eléctricas, en vigencia

Hasta ayer el pago del consumo de energía dependía del sitio donde viva el usuario. Esto porque cada una de las 19 empresas eléctricas de distribución del país manejaba sus propios costos.
Por ejemplo, mientras en Quito el usuario pagaba USD 0,078 el kW/h, en Sucumbíos este costo llegaba a USD 0,13.Para el director de Tarifas del Conelec, Gabriel Salazar, este modelo no da un trato igualitario a los consumidores del país. “En Bolívar o Sucumbíos los costos son más altos porque tienen un menor número de abonados”. Para corregir lo que el Gobierno denomina una desigualdad, se cambió el modelo de cálculo de las tarifa, al excluir el rubro de inversiones que destinan las empresas eléctricas para mejorar su servicio. Ese monto se reflejaba en una mayor tarifa al usuario.
Ahora será reconocido por el Estado. El ministro de Electricidad, Alecksey Mosquera, aclaró que estos dineros, que suman USD 200 millones al año, deberán destinarse a inversión.

El Federalista: sólo de ignorantes e incompetentes se les puede calificar a esta ruma de vagos metidos a planificadores. Aquí va la explicación sencilla.

Las empresas -sean públicas o privadas- deben necesariamente establecer tarifas apegadas a los precios generados por la oferta y demanda, los precios y utilidades no solo son cifras para devengar costos y calcular el márgen de ganancias, los precios son un medio de información que comunica las valoraciones de los consumidores y productores sobre bienes y servicios (un control de precios es esencialmente censura y por ende autoritarismo). Sin cálculo de precios, sin contabilidad real y sin los incentivos derivados del sistema de precios, las compañías y administradores carecen de norte y manejan a ciegas un negocio hasta que este quiebra por mal manejo.

El quiebre de las empresas estatales de energía actualmente ya es un gran problema para los consumidores que terminan pagando con impuestos los subsidios de estas empresas en ruina. Desde ahora, con la eliminación de lo poco que quedaba de racionalidad en la consideración de precios, el panorama es mucho más incierto.

Llegarán los cheques de subsidios eléctricos desde el presupuesto del gobierno central para cubrir costos que deberían cubrirse desde la facturación de la empresa, esto garantiza pérdidas negras y corrupción, por la sencilla razón de que no hay razón para ser eficiente si haciendo un buen o mal trabajo se obtiene la misma seguridad de un cheque para trabajar, por tanto se apelará al mínimo esfuerzo, trabajar mal, para continuar en el negocio. No hay estímulo para cobrar diligentemente la facturación, no importa porque se recibe un cheque seguro que cubre la operación y sus pérdidas, no hay estímulo para ahorrar e invertir en reparaciones si estas se subsidiarán desde el presupuesto general, no tiene sentido laborar eficientemente, innovar o reinvertir si igual llega el cheque a fin de mes, no importa si se hizo un buen o mal trabajo.

Con el tiempo se incrementarán los desperdicios, la vetustez y las pérdidas negras en las empresas de generación, distribución y comercialización de energía. Todo esto elevará el costo de la operación de las empresas (ni hablar de los jugosos salarios y prebendas de los funcionarios inútiles) mas estos costos se los hará pagar a los ciudadanos con sus impuestos, y eventualmente, con racionamientos. Incluso si 10 años más tarde se decidiera vender estas empresas al sector privado será al precio de gallina robada y con lepra, porque una década de falta de estímulos de mercado convertirían a las instalaciones y a las organizaciones en verdaderos esperpentos ineficientes y prematuramente viejos, básicamente chatarra. Baste como ejemplo la ruinosa, contaminante y peligrosa Refinería estatal de Esmeraldas para tener una idea de hacia donde vamos.

Dentro de diez años mientras estemos comprando en el mercado negro a la luz de velas y antorchas, les diré "se los dije".


Perfecto par de imbéciles, Fander Falconí y Alecksey Mosquera, seguros candidatos al igNobel por su contribución a la falacia de la planificación energética central.

1 comment:

Libertario said...

Este tipo de estupideces significa muchos votos. Van a reventar las arcas fiscales con tal de que ganen en el referendum.