Noticia en El Universo: Los reajustes en créditos para casa se van hacia arriba
El Federalista: aunque el aspecto más dañino de la ley que facultaba el uso del dinero privado por el gobierno fue rechazado por el Congreso, la ley tenía otros aspectos negativos que fueron evidenciados en el análisis que hice al respecto, análisis que sigue disponible en este enlace. El tiempo ha ido confirmando que esta ley es un fiasco y lo que ha logrado es todo lo contrario de lo que pretendía.La apuesta que hicieron los compradores de vivienda a que las tasas de interés iban a bajar con el tiempo, y aún más con la nueva regulación para el costo máximo del crédito aplicada desde este mes, la perdieron.
Quienes se endeudaron con tasas reajustables tienen alzas en sus intereses, que se reflejan en el incremento de las cuotas mensuales registradas hace un par de meses. Los reajustes para otro grupo de deudores se harán el próximo mes, para entonces esperan que ya se note la baja anunciada por la aplicación de la nueva ley.
Las tasas que se cobran por los consumos con tarjetas de crédito también variaron en
agosto, algunas son más altas que los intereses cobrados en julio, aunque están dentro del máximo permitido, topes considerados altos por la Superintendencia de Bancos.
Las tasas de interés no solo no han bajado sino que han trepado hasta el tope máximo permitido ¿por qué? porque la ley aprobada regula el costo de las tasas de interés sin prestar consideración a las leyes de la oferta y la demanda (ya saben, Rafael Correa no sabe economía). Que una persona común ignore estos conceptos es en cierto modo disculpable, pero que un economista ignore teoría económica básica, ignore el sentido común y la historia reciente es inaceptable.
Y es que un ejemplo de ello se registró ya en el pasado cuando se reguló el tope máximo de utilidades de las gasolinerías, la medida obviamente arbitraria impidió e impide el ingreso de nuevos competidores al sistema y por el contrario ha generado en lo posterior un grupo privilegiado. La razón radica en que las fuertes inversiones iniciales para poner una gasolinería fueron de a poco costeándose con la tarifa regulada de utilidades, una vez pagada la inversión inicial y al no haber competencia de precios se ha ido generando un privilegio para los gasolineros. Lo mismo empezará a suceder con las tasas de interés de los bancos, actualmente se encuentran bajo presión por la regulación financiera y no les queda de otra que aumentar los costos hasta el tope permitido hacia ciertos productos de crédito. Pero llegado el caso que la situación económica mejore y los ahorros aumenten y la tasas de interés tiendan a reducirse, los bancos no tendrían incentivo para competir porque ya tienen regulación que por el contrario avalizaría un privilegio. En un momento dado, la medida autoritaria y perniciosa de controlar las tasas de interés se convertiría en un privilegio indebido si la economía mejora en algún momento, resultando en que Rafael Correa se convertiría en el mayor benefactor de la banca privada si con el tiempo la economía mejora, no benefactor en el sentido ético liberal de economía abierta, sino en el sentido perverso de privilegiar a un sector a costa del dinero ajeno.
Cosas de la vida, con el tiempo y las aguas Rafael Correa seguirá el mismo ejemplo de Jamil Mahuad entregando privilegios a ciertos bancos. Pero nótese que uso el condicional "si mejora la economía", cosa que de momento se ve lejos en esta ola de estatización de la economía.
Expliquemos el tema con un ejemplo más pedestre: mañana se establece un control de precio del pan a 10c por pan, nadie puede cobrar más. En el actual momento gracias al alto precio internacional de la harina se genera escasez de pan y mercado negro (a un costo más alto) porque nadie va a producir a pérdida si el costo de producir pan supera el precio fijado, si el costo fuese de 13c por ejemplo. Pero que tal que el precio de la harina cae por un aumento súbito de oferta, entonces producir pan se abarata y llega a costar 3c, así mientras que el precio fijado sigue en 10c, se produce un incentivo perverso y una ganancia basada en el privilegio y no en la productividad. Da lo mismo producir bueno o mal pan, da lo mismo dar un buen o mal trato al cliente y da lo mismo tener baguetes o cachitos (croissant) y por tanto la variedad va desapareciendo. Los sistemas de regulaciones de precios usando bandas de fluctuación tampoco funcionan, genera una costosa burocracia innecesaria, corrupción para manipular las bandas de precios y grupos de presión política y comercial que hacen su agosto no por su iniciativa e innovación sino por la capacidad de compra de políticos y burócratas.
Es por esto que los controles de precios no funcionan, causan daños como escasez y privilegios indebidos, pero este zopenco no entiende.
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