He tratado de no escribir este artículo porque básicamente soy un comediante profesional y lo que más me gusta, es imaginar a los lectores con una sonrisa aunque sea pequeña, en medio de tanta noticia aterradora y negativa, pero ya no aguanto más y quiero compartir con ustedes esta nota.
Si Chávez es de izquierda, yo soy de derecha y si Pinochet es de derecha, yo soy de izquierda, porque Chávez y Pinochet son iguales pero diferentes.
Creo que en este siglo está un poco pasado de moda eso de ser de derecha o de izquierda. Ahora se habla de pueblos felices o pueblos sufridos, lo demás, son babiecadas para justificar fracasos.
¿Por qué debe existir una diferencia al decir?: pobrecito Fidel enfermo en su cama o bien hecho que Pinochet pasó sus últimos días de tribunal en tribunal.
¿Por qué uno es pobrecito y el otro es bien hecho?
¿Por qué los dictadores de izquierda son tan simpáticos y los de derecha tan antipáticos?
Cuando de presidentes elegidos se trata, los de izquierda son bellos y los de derecha son feísimos.
Los dictadores de izquierda como Fidel Castro y los presidentes electos como Chávez, tienen un atractivo especial para algunos intelectuales europeos (sobre todo franceses) y para otros de América Latina (sobre todo argentinos).
Que bien se ve todo desde Paris, sentado en Saint Germain-Des-Pres, tomando una copa de champán o un espumoso café en las calles de Buenos Aires ¡Que bien se ve Chávez desde allá sin tener que calarse las cadenas, las franelas rojas, los militares humillados, la lista de Tascón, los insultos y la cerradera de canales! ¡Que interesante es la revolución cubana sin tener que pasar todo el día buscando comida para sobrevivir o tener una hija graduada en una universidad, que tuvo que meterse a puta para llevar pasta de dientes, toallas sanitarias o jabón a la casa!
¿Por qué a esas señoras argentinas llamadas "Las Madres de La Plaza deMayo", quienes lloran con razón a sus hijos desaparecidos durante las dictaduras de derecha, les importa un comino el dolor de las madres cubanas a quienes les han fusilado a los hijos, se han ahogado huyendo o los tienen presos en horribles cárceles por pensar diferente al dictador? ¿Por qué esas mismas señoras argentinas se alegraron y dijeron "bienhecho", cuando ocurrió la tragedia de las Torres Gemelas? ¿Será que las personas que allí murieron no tenían madres o hijos? ¿Cuál es el extraño criterio de dolor que utilizan estas madres de pañuelo blanco?
Es increíble la similitud en la acción y en los resultados de los fascistas y los comunistas. No importa cómo llegaron al poder, por elecciones como Hitler o Chávez o por golpes, guerras civiles o revoluciones, como Videla, Pinochet, Fidel o Franco. Ya es hora de que la humanidad se sacuda esas etiquetas de izquierda o de derecha.
Si Chávez es de izquierda, yo soy de derecha y si Pinochet es de derecha, yo soy de izquierda, porque Chávez y Pinochet son iguales pero diferentes.
Creo que en este siglo está un poco pasado de moda eso de ser de derecha o de izquierda. Ahora se habla de pueblos felices o pueblos sufridos, lo demás, son babiecadas para justificar fracasos.
¿Por qué debe existir una diferencia al decir?: pobrecito Fidel enfermo en su cama o bien hecho que Pinochet pasó sus últimos días de tribunal en tribunal.
¿Por qué uno es pobrecito y el otro es bien hecho?
¿Por qué los dictadores de izquierda son tan simpáticos y los de derecha tan antipáticos?
Cuando de presidentes elegidos se trata, los de izquierda son bellos y los de derecha son feísimos.
Los dictadores de izquierda como Fidel Castro y los presidentes electos como Chávez, tienen un atractivo especial para algunos intelectuales europeos (sobre todo franceses) y para otros de América Latina (sobre todo argentinos).
Que bien se ve todo desde Paris, sentado en Saint Germain-Des-Pres, tomando una copa de champán o un espumoso café en las calles de Buenos Aires ¡Que bien se ve Chávez desde allá sin tener que calarse las cadenas, las franelas rojas, los militares humillados, la lista de Tascón, los insultos y la cerradera de canales! ¡Que interesante es la revolución cubana sin tener que pasar todo el día buscando comida para sobrevivir o tener una hija graduada en una universidad, que tuvo que meterse a puta para llevar pasta de dientes, toallas sanitarias o jabón a la casa!
¿Por qué a esas señoras argentinas llamadas "Las Madres de La Plaza deMayo", quienes lloran con razón a sus hijos desaparecidos durante las dictaduras de derecha, les importa un comino el dolor de las madres cubanas a quienes les han fusilado a los hijos, se han ahogado huyendo o los tienen presos en horribles cárceles por pensar diferente al dictador? ¿Por qué esas mismas señoras argentinas se alegraron y dijeron "bienhecho", cuando ocurrió la tragedia de las Torres Gemelas? ¿Será que las personas que allí murieron no tenían madres o hijos? ¿Cuál es el extraño criterio de dolor que utilizan estas madres de pañuelo blanco?
Es increíble la similitud en la acción y en los resultados de los fascistas y los comunistas. No importa cómo llegaron al poder, por elecciones como Hitler o Chávez o por golpes, guerras civiles o revoluciones, como Videla, Pinochet, Fidel o Franco. Ya es hora de que la humanidad se sacuda esas etiquetas de izquierda o de derecha.
En esta hora aciaga para Venezuela, no perdamos el optimismo, recordemos a los judíos en los campos de concentración el 1ro de enero de 1945. Ellos creían que todo estaba perdido, pero tres años después, estaban fundando un país llamado Israel.
Si Bachelet y Lula son de izquierda, yo soy de izquierda. Si Aznar y Uribe son de derecha, yo soy de derecha.
Al final, lo único importante, es saber que pertenecemos a la raza humana, que posee un cerebro perfecto divido en un lado izquierdo y otro derecho.
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