Sunday, September 24, 2006

Ni contador ni economista

Opinión Por Bernardo Acosta

Cuando Rafael Correa fue ministro de Finanza afirmó que él es economista, no contador, y que por eso iba a practicar una política económica enfocada al desarrollo, aunque el resultado de la misma sea una importante brecha en el Presupuesto, la incapacidad del Gobierno de hacer frente a futuras contingencias (a más de otras secuelas, como el encarecimiento de la economía, aunque estas, claro está, ya no serían el resultado de su ignorancia en temas de contabilidad).
El pasado lunes 18 de septiembre, en una entrevista a Correa por parte de Alfonso Espinosa de los Monteros y Alfredo Pinoargote, se pudo observar que, por más título que ostente, Correa tampoco entiende conceptos básicos de la economía. Se refirió a “la economía de recesión, de crisis, que vivimos”. Hay dos posibilidades: la una es que no sepa el significado de recesión y crisis; la otra es que ignore el estado actual de la economía. Recesión es un período de crecimiento negativo del producto interno bruto y una crisis económica ocurre cuando hay una recesión prolongada con consecuencias graves no solo en el nivel de producción, sino también en la organización social y política, como ocurrió en el país a finales de la década pasada. Se prevé que la economía nacional registrará un crecimiento mayor al 4% en este año. No estamos en recesión y menos aún en crisis. Hablando sobre los subsidios a los combustibles, señaló que “no necesariamente son subsidios ineficientes”. Toda persona que haya tomado un curso de introducción a la economía sabe que todo subsidio es ineficiente. En el Ecuador, al igual que en el resto del mundo, los subsidios son ineficientes. Ese no es el problema de fondo, sino que aquí los subsidios no están bien focalizados, es decir, no cumplen el rol de transferir recursos de los pudientes a los indigentes. O Correa no se atreve a reconocer aquello o supone que están bien focalizados. Pero, como economista, debería enterarse de que los subsidios sí son ineficientes.
Dijo que “vender choclos para comprar humitas es un absurdo completo”. Aquí sí solo hay una opción: no entiende los beneficios del comercio. No conozco a ningún agricultor de maíz que también se dedique a vender humitas.
¿Por qué no? Porque en realidad no debe haber muchos. Y no hay muchos porque, para usar la terminología de Correa, la eficiencia se alcanza a través de la especialización laboral. Si me dedicara a construir mi propia casa, a criar alpacas, a sacar su lana para luego tejer mi ropa, a estudiar medicina para yo mismo poder recetarme… y lo mismo haría usted para abastecer todas sus necesidades, sin duda el nivel de producción de la sociedad sería significativamente menor. E-mail: bernardoacosta@hoy.com.ec

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