Los activistas de las ONGs a menudo exigen que las empresas lucrativas proporcionen más información acerca de sus finanzas y las causas que apoyan. Sin embargo, las ONGs están raramente dispuestas a divulgar más de un escaso mínimo sobre sus propias finanzas y actividades. Esto es a menudo porque están profundamente involucradas en el activismo político anti-corporativo y anti- desarrollo que vigorizan sus más duros trabajadores y partidarios - pero podría resultar contraproducente para los altruistas donantes y varios legisladores.
Desentrañar información sobre las fuentes y los usos del dinero de Oxfam y Christian Aid es así de difícil. La mayoría de la información simplemente no está disponible, y lo que puede encontrarse está a menudo oculto en un lenguaje vago, altivo, que sugiere que lo que están haciendo es de mayor interés público de lo que realmente debería de ser el caso. No obstante, incluso un examen superficial de sus finanzas puede ser instructivo.
Oxfam
La Fundación John D. y Catherine la T. MacArthur y el Fondo Richard & Rhoda Goldman tienen una larga historia de apoyo a causas izquierdistas, populistas, anti-corporativas. En el 2003, dieron a Oxfam América una suma de $350,000 para programas internacionales de conservación de recurso para “fortalecer la conservación de la biodiversidad y los sustentos sostenibles entre los grupos indígenas”, y “establecer los derechos de comunidades locales como condición previa a la actividad minera.”
En otras palabras, las subvenciones apoyan el activismo político que promueve condiciones para que las personas locales y comunidades aprueben y apoyen las actividades mineras, antes de que puedan proceder. El verdadero resultado - si no la verdadera intención - de estos esfuerzos es provocar la oposición y la lucha de clases, impedir el desarrollo económico, y mantener a la gente local indígena pobre.
Es difícil encontrar un solo ejemplo de una actividad minera que Oxfam, MacArthur o Goldman hayan realmente apoyado. Es aun más difícil encontrar un caso dónde hayan aprobado un proyecto de desarrollo minero o industrial que las personas locales hayan apoyado, como en el caso de Doe Run Perú y La Oroya - o donde Oxfam haya dejado una zona porque los lugareños no los quisieron o sintieron que sus derechos y deseos eran dañados.
Christian Aid
Hay tantas organizaciones subalternas a “Christian Aid” que es difícil determinar quién está haciendo que o quién está trabajando con o para quien. El mayor financiamiento indudablemente tiene el propósito de legítimos programas caritativos. Sin embargo, las actividades de “Christian Aid” en el Perú obviamente evidencian que algún dinero de los donantes está financiando a los activistas contra del desarrollo. Es más, aun si ciertas subvenciones no están destinadas o son usadas para las campañas de los activistas, ayudan a asegurar que haya suficiente efectivo para el activismo y las legítimas actividades caritativas.
Por ejemplo, entre 1995 y 1998, la Fundación Charles Stewart Mott dio $321,600 a Christian Aid UK - específicamente para los esfuerzos activistas de influir en las políticas del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional para el desarrollo económico, política comercial y medioambiente. En otras palabras, para presionar a los bancos para que dejen de proporcionar préstamos y soporte técnico para proyectos de desarrollo energético, minero, electricidad y otros, y para oponerse al libre comercio y al desarrollo económico.
Mott y CA-UK han apoyado tal activismo por mucho tiempo. Como residentes de los saludables y ricos países del Primer Mundo, ellos pueden permitirse el lujo de tales actitudes. Las personas pobres en las naciones del Tercer Mundo, no obstante, no pueden apreciarlas teniendo que continuar sin electricidad, agua limpia, control de enfermedades y puestos de trabajo que estos proyectos habrían producido. Y otros donantes de Christian Aid - como la Fundación de la Comunidad de Silicon Valley, la Fundación Greater Kansas City Community y el Fondo King Pharmaceutical Benevolent - podrían preferir que su propio altruismo no se sea socavado por tal activismo anti-desarrollo.
Desentrañar información sobre las fuentes y los usos del dinero de Oxfam y Christian Aid es así de difícil. La mayoría de la información simplemente no está disponible, y lo que puede encontrarse está a menudo oculto en un lenguaje vago, altivo, que sugiere que lo que están haciendo es de mayor interés público de lo que realmente debería de ser el caso. No obstante, incluso un examen superficial de sus finanzas puede ser instructivo.
Oxfam
La Fundación John D. y Catherine la T. MacArthur y el Fondo Richard & Rhoda Goldman tienen una larga historia de apoyo a causas izquierdistas, populistas, anti-corporativas. En el 2003, dieron a Oxfam América una suma de $350,000 para programas internacionales de conservación de recurso para “fortalecer la conservación de la biodiversidad y los sustentos sostenibles entre los grupos indígenas”, y “establecer los derechos de comunidades locales como condición previa a la actividad minera.”
En otras palabras, las subvenciones apoyan el activismo político que promueve condiciones para que las personas locales y comunidades aprueben y apoyen las actividades mineras, antes de que puedan proceder. El verdadero resultado - si no la verdadera intención - de estos esfuerzos es provocar la oposición y la lucha de clases, impedir el desarrollo económico, y mantener a la gente local indígena pobre.
Es difícil encontrar un solo ejemplo de una actividad minera que Oxfam, MacArthur o Goldman hayan realmente apoyado. Es aun más difícil encontrar un caso dónde hayan aprobado un proyecto de desarrollo minero o industrial que las personas locales hayan apoyado, como en el caso de Doe Run Perú y La Oroya - o donde Oxfam haya dejado una zona porque los lugareños no los quisieron o sintieron que sus derechos y deseos eran dañados.
Christian Aid
Hay tantas organizaciones subalternas a “Christian Aid” que es difícil determinar quién está haciendo que o quién está trabajando con o para quien. El mayor financiamiento indudablemente tiene el propósito de legítimos programas caritativos. Sin embargo, las actividades de “Christian Aid” en el Perú obviamente evidencian que algún dinero de los donantes está financiando a los activistas contra del desarrollo. Es más, aun si ciertas subvenciones no están destinadas o son usadas para las campañas de los activistas, ayudan a asegurar que haya suficiente efectivo para el activismo y las legítimas actividades caritativas.
Por ejemplo, entre 1995 y 1998, la Fundación Charles Stewart Mott dio $321,600 a Christian Aid UK - específicamente para los esfuerzos activistas de influir en las políticas del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional para el desarrollo económico, política comercial y medioambiente. En otras palabras, para presionar a los bancos para que dejen de proporcionar préstamos y soporte técnico para proyectos de desarrollo energético, minero, electricidad y otros, y para oponerse al libre comercio y al desarrollo económico.
Mott y CA-UK han apoyado tal activismo por mucho tiempo. Como residentes de los saludables y ricos países del Primer Mundo, ellos pueden permitirse el lujo de tales actitudes. Las personas pobres en las naciones del Tercer Mundo, no obstante, no pueden apreciarlas teniendo que continuar sin electricidad, agua limpia, control de enfermedades y puestos de trabajo que estos proyectos habrían producido. Y otros donantes de Christian Aid - como la Fundación de la Comunidad de Silicon Valley, la Fundación Greater Kansas City Community y el Fondo King Pharmaceutical Benevolent - podrían preferir que su propio altruismo no se sea socavado por tal activismo anti-desarrollo.
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