Tuesday, August 08, 2006

Los indígenas ecuatorianos consolidan el capitalismo

Y no solo están permitiendo el desarrollo del capitalismo en el país, lo defienden frente a la intervención estatal.

Noticia en Diario Hoy: La banca indígena se consolida

La incursión del sector indígena en el mercado financiero es cada vez mayor, así como el número de cooperativas de ahorro y crédito administradas por este grupo humano. Solo en Ambato (Tungurahua) existen 12 de este tipo, las que completan el grupo de 45 cooperativas que colocan a la provincia como la primera en crecimiento a escala nacional, según Luis Mayorga, presidente de la Federación Nacional de Cooperativas de Ahorro y Crédito del Ecuador (Fecoac).
Este crecimiento acelerado -cada año se crean 30 nuevas-, para Mayorga, genera un riesgo, pues el fracaso de una provoca un efecto dominó que afecta a todo el sistema. Por ello se presentó un proyecto de reformas a la Ley de Cooperativas para que se establezca como base mínima para la creación de una cooperativa de ahorro y crédito la existencia de 50 socios y no 11 como ahora, que no exista parentesco y que se cuente con un capital de entre $25 mil y $50 mil. A la Fecoac están afiliadas 320 de las 700 cooperativas que operan en el país.
Por su parte, Luis Alfonso Chango, gerente de la Cooperativa Mushuc Runa (Hombres Nuevos), no cree que el ser agresivos genere peligros, pues la gente está capacitada. Así, esta entidad, en nueve años, está entre las 11 cooperativas más grandes del Ecuador con 100% de personal administrativo indígena de la zona de Pilahuin (Tungurahua). Atiende en Tungurahua, Chimborazo, Cotopaxi y Bolívar a 71 450 socios en quichua y en español, luego de que en 1997 se constituyeron con 169. Maneja $36 500 100 en activos con una cartera de $29 221 955, lo que los pone bajo el ojo de la Superintendencia de Bancos.
Sin embargo, Chango no está dispuesto a ceder y afirma que la “Súper” de Bancos debe ser solo un ente asesor y respetar la cultura de los pueblos indígenas, pues se aplican estrategias para ingresar a las comunidades y también para cobrar los créditos. Eso lo confirma María Petrona Jinde, de 36 años, oriunda de Santa Rosa de Misquillí a 45 minutos de Ambato: “Lo mejor es que nos dan rápido los préstamos para atender nuestras necesidades y cuando no podemos pagar las letras, nos esperan. El último crédito fue de $1 300”.

El Federalista: un creciente sector de nuevos emprendedores en campos y ciudades, han pasado ya de la constatación de la realidad evidente de que el Estado todo corrompe -y que nada puede ni debe esperarse de este- al desarrollo de sus talentos en función de la creación de riqueza. El negocio financiero es clave precisamente para la alimentación de recursos para iniciativas comerciales, artesanales, agrícolas, turísticas o de servicios que los campesino están desarrollando, y es precisamente en este negocio clave, que los indígenas están dándole lecciones a la inútil burocracia estatal de la "banca de desarrollo" (¿o subdesarrollo?).
Pero es también evidente que la misma burocracia inepta que estorba al sector financiero tradicional, pretende regular, es decir estorbar, la actividad de los financistas campesinos. Es hora que los ecuatorianos decentes nos unamos todos y pongamos a estos politiqueros y reguladores burocráticos en su sitio, que se deje en paz a los campesinos y sus iniciativas tanto como a los negocios ya establecidos en las ciudades. Que quienes jamás han creado riqueza o solo han logrado destruirla: sindicatos, activistas sociales, politiqueros y burócratas, dejen a los ciudadanos en paz y dejen de meter sus manos en los bolsillos de todos los trabajadores y emprendedores.
En las siguientes elecciones, el país castigará -al parecer- con un masivo voto nulo a los politiqueros que pretenden eternizarse en el poder y que además pretenden manipular a figuras del espectáculo para usarlos de peones de sus fechorías. El masivo voto nulo que parece avecinarse significa una cosa: ya dejen a la gente en paz.

2 comments:

Anonymous said...

Como indio debo decir que el sistema economico vigente a nivel mundial no representa la naturaleza social y humanista del runa, pero tampoco podemos negar que una de las formas para contrarrestar el avance vertiginoso de un sistema economico injusto y desigual que pretende estar por sobre la soberania territorial, mental y humana, es luchar cañon contra cañon, no cañon contra flecha o catapulta. No podremos luchar en desventaja. En otras palabras un desarrollo con identidad, esto nada mas como un medio, no como un fin. Para un Runa, el punto central es el Runa, el capital viene a ser un complemento.

Danny Ayala Hinojosa said...

Me preocupa que aún se mantenga la mentalidad tercermundista de conflicto/lucha/guerra en lugar de las relaciones ganar-ganar que se plasman en la producción, el comercio, el intercambio. No se trata de "cañon contra cañon" ni "flecha contra cañon", se trata de la libertad individual y la cooperación, la sana competencia y un gobierno limitado que garantice que lo descrito funcione. Tal sistema económico es el capitalismo de libre mercado, donde ya no caben los privilegios y la intervención autoritaria y militarista sino el conocimiento, el emprendimiento y la cooperación entre individuos con derechos plenamente defendidos.