Noticia en El Comercio: La campaña prende sus motores.
La Cámara de Comercio de Guayaquil organizó un debate presidencial al cual asistieron cinco candidatos presidenciales. Faltó al compromiso el candidato de los indígenas, el Dr. Luis Macas, quien había promocionado su participación. El debate estuvo marcado por el abandono temprano del candidato Roldosista, Fernando Rosero y por el aislamiento del candidato Socialdemócrata, León Roldós.
La nota diferente la puso el candidato bolivariano, Rafael Correa, quien no supo responder las increpaciones del candidato Noboa sobre su vinculación con el régimen de Hugo Chávez y sobre el misterioso viaje que realizara al país caribeño el pasado fin de semana, en el cual departió en una demostración de cercanía y confianza, en la casa de los padres del gobernante venezolano, hecho reportado por la Revista Vanguardia y por este medio. Alvaro Noboa, del PRIAN, hizo de la reunión un mítin político con acusaciones a todos los candidatos, gritos y gesticulaciones. Particularmente notable fue la ovación del público cuando se refirió a la actitud arrogante de Correa como la “sonrisa falsa de políticos financiados por Venezuela”.
Correa se excedió algunas veces en el tiempo otorgado a cada participante, se preció de ser el único economista en el panel y desestimó los conocimientos y compromiso del resto de candidatos, en una actitud arrogante en extremo, que es consistente con su comportamiento y relación con la prensa, los candidatos y sus opositores. Acusó también al moderador de no ser imparcial, como ya es su costumbre y como ha hecho con periodistas serios como Gonzalo Rosero, por ejemplo.
El debate terminó con el compromiso de los candidatos de debatir en caso de pasar a la segunda vuelta y con más interrogantes sobre la verdadera preparación de los aspirantes a la presidencia y de la escasez de estadistas que puedan conducirnos por la senda del progreso.
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