"...aumentó sin ninguna justificación."

Por Juan Fernando Carpio

"En los mercados la especulación en los precios aumentó sin ninguna justificación. La actividad volcánica ocasionó pérdidas en varias comunidades de Chimborazo. Sin embargo, la mayoría de los mercados no sólo se abastecen de la producción de los dos cantones aledaños al volcán. Los productos también llegan de Chambo, Alausí, Guamote y otras zonas", informó Carlos Puente, presidente del Comité de Operaciones de Emergencia de Chimborazo (Coe).

http://elcomercio.terra.com.ec/noticiaEC.asp?id_noticia=57308&id_seccion=10 El Sr. Puente es el último de una larguísima serie de personajes que han hecho público, en estos años desde el retorno a la democracia, su desconocimiento sobre la importancia y funcionamiento de la especulación. El especulador tiene la vital tarea de subir los precios ahora en previsión a una escasez futura con lo cual envia una señal clarísima a través del sistema de precios (fundamento de la coordinación económica en economías modernas) de que algo se ha vuelto relativamente más rentable comparado con eso mismo en ausencia de esa señal y comparado con otros productos. De esa forma está creando un claro incentivo para que aumente la producción y/o el comercio en la dirección señalada: el producto que ahora es más caro y temporalmente más rentable. De esa forma se puede percibir de forma más inteligente (y previsora) cuando habrá una escasez y actuar con antelación (y con motivación real por parte de varios actores) para suplir esa necesidad de los demás.

Lo que vuelve interesante el trabajo de un especulador es que su motivación es plenamente autointeresada, lo cual asegura su aparición una y otra vez donde se le necesita y en todos los tiempos y países. Eso mismo no puede decirse de los funcionarios o de otros comedidos que aunque cargasen con las mejores intenciones no sabrían cuándo y cuánto debe ofrecerse adicionalmente para suplir una situación de emergencia. Un especulador sí. Su precio debe ser correcto y debe revisarse en cada momento o él incurrirá en pérdidas. Igual con quienes vean el precio alto y quieran actuar en consecuencia ofreciendo más de ese bien o sus sustitutos. Pagarán en carne propia sus errores si los cometieran. Y su acción autointeresada del especulador ciertamente atraerá la atención sobre ese deficit, permitiendo y alentando una oferta mayor que compense en buena medida (en lo posible) la deficiencia en cuestión. Cuando una economía es altamente controlada como la ecuatoriana, la especulación nos permite ver dónde estan los distorsionantes para poder irlos desactivando con las respectivas liberalizaciones, privatizaciones y aboliciones de controles así como legislación antiproductiva.

¡Larga vida a los especuladores!