Más de $400 millones extras necesitará el próximo Gobierno para financiar el incremento de la masa salarial en el año 2007, es decir, una cifra equivalente a dos puntos del IVA. Solo el alza de remuneraciones en policía y FFAA demandará al menos $200 millones, según cálculo de Jaime Carrera, del Observatorio de la Política Fiscal.
Junto con los subsidios, la mayoría de los cuales no benefician a los sectores más pobres de la población, el cuello de botella del manejo fiscal es la incapacidad de controlar el vertiginoso crecimiento de la masa salarial del sector público. Esta se multiplicó por más de tres veces entre 2000 y 2005. En el presupuesto de 2006, llega a $3 043 millones.
Una sustanciosa tajada de ese pastel va las entidades autónomas, que tienen niveles de remuneraciones extremadamente altos en relación con las de los demás servidores públicos.
A los costos de la homologación salarial, deberán sumarse, a partir de enero del próximo año, los que representa la escala con más incrementos que promulgó el actual Gobierno el 8 de junio de 2006, según ha advertido también el Observatorio. Por los costos de los subsidios y del incremento de la masa salarial, los anuncios del ministro de Economía sobre el destino de los ingresos petroleros adicionales se parecerán a la fábula de los sueños de la lechera, puesto que el cántaro se quiebra ante la doble realidad antes descrita, tanto más cuanto todavía no se han desplegado medidas de presión de otros sectores para conseguir incrementos salariales.
Junto con los subsidios, la mayoría de los cuales no benefician a los sectores más pobres de la población, el cuello de botella del manejo fiscal es la incapacidad de controlar el vertiginoso crecimiento de la masa salarial del sector público. Esta se multiplicó por más de tres veces entre 2000 y 2005. En el presupuesto de 2006, llega a $3 043 millones.
Una sustanciosa tajada de ese pastel va las entidades autónomas, que tienen niveles de remuneraciones extremadamente altos en relación con las de los demás servidores públicos.
A los costos de la homologación salarial, deberán sumarse, a partir de enero del próximo año, los que representa la escala con más incrementos que promulgó el actual Gobierno el 8 de junio de 2006, según ha advertido también el Observatorio. Por los costos de los subsidios y del incremento de la masa salarial, los anuncios del ministro de Economía sobre el destino de los ingresos petroleros adicionales se parecerán a la fábula de los sueños de la lechera, puesto que el cántaro se quiebra ante la doble realidad antes descrita, tanto más cuanto todavía no se han desplegado medidas de presión de otros sectores para conseguir incrementos salariales.
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