Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textileros de Ecuador (AITE), dijo que este sector “no está de acuerdo con los subsidios, ni con los diferimientos arancelarios, y tampoco con los beneficios tributarios porque es una forma de callar a los empresarios dándoles una limosna que tapará pero no corregirá el problema”. Las empresas no pueden depender de “dádivas” que provocarán problemas mayores en la OMC, señaló. Díaz responsabilizó al presidente de la República, Alfredo Palacio, del fracaso de la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC).
Destacó el trabajo que realizó el equipo ecuatoriano, que estuvo liderado por el ex ministro de Comercio, Jorge Illingworth, y por el jefe negociador, Manuel Chiriboga. Asimismo se mostró a favor de la presencia de un equipo técnico y con experiencia en negociación, porque la tendencia mundial es la apertura comercial. Debemos adoptar como política de desarrollo la apertura comercial, la defensa a la inversión, y la generación de empleo, porque esos son los objetivos básicos de cualquier país”, dijo.
Ecuador tiene que insertarse y competir con el mundo para desarrollarse, y la única manera de hacerlo es a través de los acuerdos comerciales.
Díaz señaló que el mismo gobierno reconoció que las relaciones con EE.UU. están “lastimadas”, y eso obedece a que “se percibe la violación a un tratado bilateral de inversiones e inseguridad jurídica.
Al ser EE.UU. un mercado importante para nuestros productos es importante que Ecuador busque un nuevo acercamiento y alternativas para ampliar las preferencias arancelarias, hasta retomar la negociación del TLC. Se trata de “abrir un camino para no perder ese mercado”, aunque “las cosas no serán fáciles”, sobretodo por la “irresponsabilidad mostrada por el actual gobierno”.
Varios sectores productivos pretenden definir una estrategia pensando en el próximo gobierno; sin embargo, los candidatos presidenciales “están siendo tan irresponsables como el actual presidente”. Nadie da al TLC la importancia que tiene porque para ellos es contraproducente en términos electorales. Pero también hay candidatos que son coherentes y pueden buscar una reapertura de la negociación.
La AITE mantiene reuniones con los productores de brócoli, flores, maderas, metalmecánica, alimentos y bebidas, plásticos, entre otros, con el fin de definir una posición concreta y elaborar un pedido específico al gobierno sobre la apertura comercial, el respeto a la inversión, el acceso a financiamiento. “Los ecuatorianos queremos un país saludable que permita a la gente tener una vida digna”.
El sector textil es tradicional en Ecuador; comenzó en la Colonia, luego atendió la demanda interna desde 1930 y más adelante salió al exterior aprovechando las preferencias arancelarias andinas. A EE.UU. empezó a llegar con productos elaborados, y a Colombia y Perú con materias primas. La consolidación de este proceso estaba garantizada con la firma del TLC. Este sector tiene puestas sus expectativas en la apertura comercial porque considera que hay más oportunidades que amenazas.
Según Díaz, la calidad de los productos ecuatorianos ha mejorado y ha logrado especializarse en suéteres, camisetas, mantas, cobijas, medias nylon que ya tienen acogida en el mercado americano.
Ecuador exporta textiles por 20 millones de dólares a EE.UU., 85% son prendas de vestir, el resto son telas, hilados, filamentos y manufacturas de línea de hogar. Ingesa es el quinto proveedor de medias de mujer a EE.UU. y tiene un potencial muy grande, al igual que cobijas, uniformes de trabajo, toallas, edredones, sábanas, mantelería, ropa para cocineros, y los nichos pueden alcanzar un crecimiento sostenido.
Además Ecuador puede ser el proveedor natural de materias primas a Colombia y Perú. Al país le conviene un TLC con EE.UU. por las condiciones del mercado, el tamaño, la distancia y más, lo contrario ocurre con Europa, manifestó.
El arancel para este sector sería del 32%, por lo que será difícil competir y tendrá que salir del mercado. A eso se suma las dificultades ocasionadas por el contrabando y la presencia de productos chinos. Por eso, los textileros exigen al Estado la modernización de las aduanas.
El Federalista: la cantidad de negocios y empleos perdidos por no haber firmado el Tratado de Libre Comercio es cuantiosa, los daños a la imagen del Ecuador en el mundo por la inseguridad jurídica nos podría aislar aún mas del contexto internacional.
Es importante ahora que los candidatos por la presidencia definan su posición en torno a la confiscación de Occidental y la firma del TLC. Es importante también exigir a los futuros representantes un mínimo de formación económica y jurídica para acometer estos temas en forma inteligente y pragmática para no caer en la serie de equivocaciones en las que incurrió este gobierno tanto por carecer de legitimidad mediante elecciones tanto por su manifiesta incompetencia y populismo.