Wednesday, June 11, 2008

La corporación no tiene "función social"


Las corporaciones no pueden tener "deber social" o "función social", las corporaciones son entidades que buscan beneficios como función única. La llamada "responsabilidad social", seamos francos, no es más que una elaborada estrategia de relaciones públicas para promocionar la compañía, hacerla "socialmente aceptable" y amigable, pero al final del día, la empresa, no es otra cosa que una fría entidad sin rostro pero con seres humanos reales tras de sí, sus accionistas.

La única responsabilidad de una empresa por pequeña o grande, es crear beneficios para sus accionistas, la "responsabilidad social" es sólo un mecanismo de mercadotecnia para contrarrestar la perniciosa actividad de académicos orates, funcionarios públicos, intelectualoides con camiseta de El Ché y parásitos varios, cuya tarea diaria es denigrar la libertad e iniciativa personal y por ende toda actividad que proceda del intercambio pacífico entre individuos como comercio, industria, banca, inversión, especulación, empresa, propiedad privada, etc.

Los empresarios se empecinan en ayudar a niños huérfanos, a chicos con síndrome de dawn o a diversas personas con problemas, lo hacen a menudo porque lamentablemente el común de la gente no tiene una idea real del derecho que le asiste a todo emprendedor, aquel personaje que toma capital propio y riesgos y los convierte en servicios para otros y en riqueza para sí mismo. De modo que el empresario ha tenido que justificar su actividad -innecesariamente- para evitar que la turba ígnara encabezada por políticos y funcionarios, confisque su empresa y le corte la cabeza. Lamentable que uno tenga que dar caridad para aparecer como "amigable y bueno", cuando realmente se merece respeto sólo por el hecho de invertir capital, tiempo y esfuerzos en producir.

Hay malos empresarios o sólo "hombres de negocios" que no es lo mismo, y a veces hay abusivos que lucran mediante el fraude, el hurto, el tráfico de objetos robados o el secuestro y explotación de otros, tales no pueden ser considerados como empresarios sino como mafiosos que utilizan la fuerza o la amenaza de su uso con fines lucrativos. Y son, paradójicamente, los que no buscan justificar su conducta matonil con excepción de algunos burócratas que afirman que su trabajo es util "para servir a los demás".

El problema radicaría en parte en las religiones, ya que éstas, sobretodo las de vertiente monoteísta (quizá pura coincidencia), consideran al egoísmo un vicio y al autointerés maldad, consideran más la solidaridad que la productividad, más el desapego que la legítima búsqueda de lucro, espantan con el carbon del infierno al egoísta buscador de bien personal. Mientras Jesús sacaba mercaderes del templo a látigo (uso de la fuerza) el Corán condenaba el interés como pecaminoso mientras que el confucianismo alertaba con tener cuidado de lo que uno desea. Contradictoriamente el profeta Mahoma era comerciante y Jesús predicó la parábola de los talentos que contradecía a otras parábolas suyas.

Reemplazado el viejo orden y junto a la novedosa idea vil de Estado se crearon también nuevas ideologías. Las ideologías políticas también condenan con frecuencia el autointerés y justifican el uso de la fuerza contra los individuos embanderando patrañas como el "bien común", la "seguridad nacional", la "protección de la madre tierra", la "pureza de la raza", la "reinvindicación social" y tonterías de igual o peor calibre. Asambleas y congresos fueron, y son, la guillotina de papel en donde los derechos individuales son sumariamente juzgados y condenados a su desaparición.

Así que la forma de protegerse, al menos precariamente, de la turba colectivista de políticos, pontífices, intelectuales, activistas y parásitos pescadores de río revuelto, ha sido crear este mercadotécnico concepto de la "responsabilidad social", en realidad una trampa que ideológicamente afirma que existe algo así como "un deber" del empresario hacia gente que no tiene ningún vínculo contractual ni negocio con la empresa. Es cierto, si a un empresario le da por dar desayuno a los niños pobres, bueno, ese es su asunto, quizá muchos vean con buenos ojos tal acción, y está en su plena libertad de hacerlo, pero no debe creerse que esa es una obligación moral de algún tipo y extensiva por obligación a toda forma de empresa, la empresa no es para eso, la empresa sirve para obtener beneficios, punto.

Pero de hecho la búsqueda de beneficios empresariales hace más por la gente que la solidaridad, en búsqueda de beneficios los empresarios invierten en aquello que más demanda la gente reduciendo los precios y haciendo asequibles bienes y servicios. En búsqueda de beneficios los industriales crean naves y adquieren maquinaria que deberá ser operada por personas que de otro modo estarían desempleadas. En búsqueda de beneficios los empresarios demandan nuevos bienes y procesos productivos incentivando la investigación científica básica y el desarrollo técnico. En búsqueda de beneficios los empresarios buscan mercados extendiendo al mismo tiempo la comunicación, el comercio, el entendimiento, la interculturalidad y desterrando con acciones productivas pacíficas la posibilidad de acciones violentas, pues como es usual, las naciones que más libremente comercian entre sí son las que menos posibilidades tienen de entrar en guerra.

Más hace la empresarialidad por la paz que todas las convenciones del Consejo de Seguridad de la ONU, y lo hace con el dinero legítimo de cada capitalista y no con el dinero ajeno como acostumbran las burocracias.

4 comments:

YEZIK@ said...

Me parece muy interesante tu punto de vista acerca de la Responsabilidad Social y creo que el mundo tiene un equivocado significado de lo que ésta es, puesto que la idea de la Responsabilidad Social radica en buscar un beneficio a la comunidad de manera sustentable y sostenible y no de manera asistencialista; estoy de acuerdo contigo de que hay millones de empresas multimillonarias que buscan elevar sòlo su imagen realizando actos asistencialistas que no provocan un cambio verdadero en la sociedad, sin embargo siento que si las PYMES le apuestan a ésto se verán altamente beneficiadas. La idea de que una persona se beneficie debe quedar en el pasado. Hoy en día el éxito de una persona radica en la manera en la que hace que su comunidad se desarrolle y se provoque un cambio, no en el enriquecimiento propio. Las corporaciones o bien una empresa puede ser un cunero de ideas para que ésto avance a la para con el desarrollo de nuestra comunidad. Espero no tomen a mal mi comentario, es simplemente otro punto de vista.

Danny Ayala Hinojosa said...

Yezik, creo que los empresarios benefician a la sociedad todos los días haciendo su trabajo, produciendo bienes y servicios que todos demandamos, ese es su fin, su tarea. Aparte de esta, la empresa no tiene otra responsabilidad, aunque es loable toda ayuda que los empresarios hagan hacia otros, no como obligación, si como una forma de mantener la empresa en el tiempo, aunque lamentablemente más como una forma de impedir que la turba se tome instalaciones y linche a los accionistas, mostrándose "amable".

Los individuos pueden beneficiarse, esa no es una idea del pasado, es parte de nuestra naturaleza y una facultad sagrada por ser parte de nuestros derechos y libertades innatas. Que la comunidad se beneficie es secundario, más si sumamos el problema de definir "comunidad" y "beneficio social". Aunque desde luego y sin proponérselo, los empresarios son los mayores benefactores de la humanidad.

Anonymous said...

Creo que el comentario de yezik@ se refiere a un modelo de negocio. Si una empresa puede ser mas exitosa porque "ayuda a la comunidad" entonces significa que hay valor($$) en dar limosna. Y si es sustentable y sostenible todavia mas. En todo caso, concuerdo que no deberia ser un requisito para competir.

Anonymous said...

El comentario de yezik@ es lo más berreado en la historia humana... Cuántas veces no hemos oído la misma cantaleta:
UY! Lo que realmente está mál es el derecho de la gente a beneficiarse personalmente de sus acciones juntos con sus tendencias egoístas! Y lo moderno, lo nuevo y lo "revolucionario" es que la gente comience a preocuparse del bien común y de la sociedad...

CUANTAS VIEJAS TONTERIAS SE DEBE LEER DE LOS SUPUESTOS NOVEDOSISIMOS REVOLUCIONARIOS

¿No se dan cuenta que su horrendo modo de pensar es lo más prehistorico y tribalista del hombre? ¿Que en el pasado los individuos fueron siempre objetos sacrificiales a disposición de la "sociedad" (o cualquiera que se arrogue su representación) y chivos expiatorios para cualquier problema?

¿De verdad se creen estar pensando algo bueno y novedoso?

Lo nuevo, Yezika, es la civilización, no el primitivismo tribal; la civilización es el lento proceso mediante el cual los hombres se liberan del hombre. Lo bueno es que el hombre sea libre de usar sus talentos al máximo de su capacidad y llevar sus propios premios por su esfuerzo; lo nuevo es que la bondad sea dejada al libre albedrío de cada uno (pues en realidad los humanos tienden naturalmente a ayudar) y por lo tanto dejar sin regulaciones cualquier iniciativa de "solidaridad".

Lo nuevo es que la gente sea libre de practicar su propia virtud sin ser obligado a ser virtuoso, pues en la naturaleza la virtud se premia de modo lógico, causal.

El beneficio a la comunidad es COYUNTURAL, pues depende de la creatividad y esfuerzo del benefactor. SE SABE que no todos son igualmente creativos, y no todos son genios de los negocios y de la producción. PERO ENTONCES, con mayor razón la gente que produce debe ser libre de los obstáculos de quienes no producen, los que piensan y razonan deben ser LIBRES de quienes no lo hacen; LIBRES de quienes en el nombre de la "Responsabilidad Social" esconden tiranía y opresión y parasitismo del más bajo tipo.

Si un conjunto de personas es incapaz de ser creativo y visionario, lo que NUNCA deberían hacer es tratar a quien sí lo es (su benefactor) como un objeto sacrificial de la sociedad. La responsabilidad de un individuo es sí mismo, y la responsabilidad de la Empresa de un Individuo, es lo que decide tal Individuo. Y la responsabilidad de la empresa de un grupo de accionistas la deciden los accionistas, NO un gobierno o filosofía parasitaria que decreta cómodamente desde una oficina o café-bar que debe ser la "sociedad".

Un conjunto de parásitos ya ni siquiera es una "sociedad".