Rafael Correa confisca petróleo por decreto

Noticia en Ecuador Inmediato: Gobierno decreta: 99% de ganancias extras del petróleo van para el Estado

El Primer Mandatario confirmó la noticia durante la firma de la reforma al “Reglamento de Aplicación de la Ley número 42-2006 Reformatoria a la ley de Hidrocarburos”, a la que calificó como una distribución “justa” y constitucional.“El Gobierno de la Revolución Ciudadanía considera que es insuficiente que el Estado ecuatoriano reciba el 50% de las ganancias extraordinarias de los contratos de participación como sucedía en años anteriores. Por lo que a través de esta nueva reforma se elimina la distribución que de cada 100 barriles de petróleo, para el país quedaban apenas entre 46 y 48 barriles', dijo el Jefe de Estado, algo a lo que calificó como inadmisible.

El Federalista: era de esperarse, al ladrón se le acabó la plata y tiene que echar mano de lo que otros producen. Este decreto no es mas que una confiscación figura que no es otra cosa que robo a manos del Estado, ahora explicaré por qué.

Por principio, los réditos de la explotación petrolera deberían quedárselos quien invierte trabajo, conocimientos, capital y tecnología en esta tarea. Es por mérito propio que la propiedad del petróleo es de quien lo explota, lo mismo sucede o debería suceder con los recursos minerales, pesqueros, forestales, ganaderos y agrícolas, porque son los mineros, pescadores, agrónomos y ganaderos quienes hacen el trabajo, invierten su capital, su tiempo, sus conocimientos y su esfuerzo. El Estado no tiene ninguna vela en este entierro, solo depreda lo que otros han trabajado.

Ahora bien, siendo los territorios donde se explota petróleo de propiedad del Estado, es necesario que exista un contrato de concesión o arrendamiento que estipule un valor que percibirá el Estado, siendo el contrato de mutuo acuerdo entre las partes, este debe ser respetado y renegociado sólo si ambas partes están de acuerdo o cuando el contrato haya expirado y solo entonces pueden cambiarse las condiciones del contrato. Esto es lo que hacen los caballeros y personas de bien, pero no estamos pues lidiando con personas de bien sino con burócratas rateros y un presidente resentido y corrupto hasta el hueso, que ve con envidia y rencor el trabajo y fortuna de otros.

¿Alguien sigue pensando que este ratero no es comunista?