Excelentes resultados económicos en Perú

Perú se vuelve cada vez más atractivo para las inversiones, su crecimiento parece imparable, los pobres están dejando de serlo, los peruanos tienen más dinero en sus bolsillo. En contraste Ecuador que en la época de la Guerra del Cenepa era considerado un "coloso" económico que resistió una guerra gracias a las medidas liberalizadoras (aunque parciales) de Durán Ballén, empieza ahora a hundirse en el atraso, el populismo y corrupción política y el retroceso económico, poniendo en riesgo el sistema de dolarización que permitió cierta estabilidad a principios del milenio.

Gabriela Calderón nos trae Buenas noticias desde el sur vía diario El Universo:

En su libro La revolución capitalista en el Perú, el periodista
peruano Jaime de Althaus documenta cómo “la revolución capitalista” ha
transformado al país:

1. Se redujo la brecha entre la capital y el interior del país y entre los ricos y los pobres. Entre 2001 y 2004 la pobreza nacional pasó de 54,30% a 51,6%; es decir, solo por 2,7 puntos, mientras que en Ica, por ejemplo, se redujo de 46,7% a 29,2%, ¡17,5 puntos! Entre 1991 y 2006 el ingreso del cuarto más pudiente de la población peruana aumentó su ingreso por 13,5%, mientras que el cuarto más pobre aumentó su ingreso por 145,5%.

2. Se liberalizó el comercio al punto que hoy el arancel medio efectivo es de 5%. La suma de las exportaciones y las importaciones ha pasado de representar alrededor de 20% del PIB antes de 1990 al 40% en el 2006.

3. Se han sostenido políticas fiscales y monetarias prudentes –no se gasta lo que no se tiene y la inflación se mantiene baja–.

4. Se democratizó el capital a través del sistema de seguridad social privada; 2’100.000 peruanos ahora son socios de las empresas nacionales y transnacionales más grandes del país. Este sistema ha logrado acumular 16.784 millones de dólares (18% del PIB) en las cuentas de ahorro individuales. Esos fondos tuvieron una rentabilidad promedio de 26,8% en el 2006 y servirán para que los peruanos financien su jubilación y el desarrollo del país.

5. A partir de 1996 se han titularizado 3’200.000 predios en el campo y la ciudad, beneficiando a 13 millones de peruanos mayormente ubicados bajo la línea de la pobreza.

6. Se han privatizado servicios públicos esenciales como la telefonía y la electricidad. Por ejemplo, el porcentaje de hogares con teléfono fijo o móvil (o ambos a la vez) casi se duplicó entre el 2001 y el 2006, pasando la cobertura de 24,4 a 42% de la población.

7. Se permitió considerar la tierra como un bien de capital y ahora el agro peruano exporta más, especialmente productos de mayor valor agregado.

No obstante, Perú tiene mucho camino por recorrer. El país sigue teniendo uno de los mercados laborales más rígidos del mundo. Tampoco se ha avanzado en la educación, que continúa secuestrada por el sindicato que en julio desató violencia a lo largo del país por negarse a que los profesores públicos sean evaluados.

El Federalista: Bien por el Perú, simpático país del que tengo amigos y buenos recuerdos. Y es que el Perú es en gran parte desierto, de los que me acuerdo son los desiertos de Sechura, Nazca y Atacama (crucé estos tres en mis épocas de mochilero), los valles verdes son escasos en la costa y la Sierra es poco habitada salvo en el sur, internacionalmente los lugares turísticos se limitan a Lima, Cuzco y Machu Picchu y el Perú sólo dispone de un aeropuerto internacional frente a los 3-4 que tiene Ecuador, pero eso está cambiando. Perú crece y se industrializa, de un momento a otros empezarán a construirse más aeropuertos y nuevos atractivos turísticos aparecerán en el mapa, oferta hotelera mediante.

Aún queda mucho por hacer en Perú, pero lo están haciendo, acá no avanzamos sino retrocedemos, mientras en Perú están relegando en el pasado los socialismos nacionalistas de los Velasco Alvarado y el primer Alan García, acá en Ecuador apostamos por la mediocridad del socialismo del Siglo XXI una versión pobreta y cutre tanto como totalitaria y empobrecedora del socialismo de siempre.

Gracias a Rafael Correa estamos asistiendo al funeral de nuestras libertades y de nuestro futuro económico.