Artículo en Libremente: Taxistas “ilegales”
El Federalista: las regulaciones sobre transporte han puesto en peligro la vida de pasajeros y han propiciado que el servicio no sea el mejor, las regulaciones han impedido la innovación de los transportes y mas bien han fomentado la politización de los gremios del transporte.Esta semana me enteré que esos taxis que he estado cogiendo por ya casi un mes, conocidos como “Taxi Amigo” por el nombre de la compañía para la que trabajan, son ilegales. Conversando con uno de los taxistas me enteré que hay muchas compañías de “taxis piratas” en Guayaquil y en Quito. La compañía para la que el trabajaba tenía 300 unidades y los viernes “no alcanza a atender a todos los pedidos” según me decía uno de los taxistas.
En Quito y en Guayaquil, al igual que en Nueva York, el gobierno ha decidido limitar el número de taxistas legales. Esa limitación se hace en el nombre de la protección de ciudadanos como yo que al final de cuentas ni queremos usar los taxis amarillos (los formales) porque esos tienen fama de ser más peligrosos. Qué ironía que los taxis formales/legales resulten ser los más peligrosos y temidos por los ciudadanos.
Al fijar el precio de los pasajes la autoridad creyendo hacerle un favor al público mas bien lo ha perjudicado, ha socializado la ineficiencia. Al fijar tarifas el gobierno municipal ha impedido la competencia en calidad de servicios, los buses no tienen incentivos para dar un mejor trato al cliente si de todos modos están exijidos a cobrar lo mismo, no pueden establecerse valores agregados si no hay libertad para "afilar el lápiz" y revisar las tarifas por parte del transportista. Entonces lo que queda es meter en el bus a cuanta gente se pueda y competir en velocidad por el máximo número de usuarios en las latas de sardinas en la que se convierten los buses. Los riesgos que esto conlleva son muchos: la competencia por pasajeros deviene en un mayor número de accidentes de tránsito, los transportistas no discriminan entre pasajeros y delincuentes conocidos con el riesgo para los ocupantes, los manoseos para las damas y la incomodidad para todos son constantes.
Los taxis también tienen problemas, son insuficientes en horas de alta demanda, no hay un taxi ni por oro ni por plata en una tarde de lluvia porque todos están ocupados 5 segundos antes de llover ¿por qué? porque los permisos para formar cooperativas y loc cupos disponibles son regulados por las burocracias municipales de transporte, la oferta queda corta frente a la demanda, se le impide al mercado reaccionar dinámicamente al aumento de la demanda de transporte en situaciones privisibles como temporadas de lluvia, eventos masivos o inicio de clases. La inventiva se ha frenado gracias a las regulaciones, la única mejora en los taxis han sido en modelos de autos y el uso de radio pero no hay innovación en los servicios del transporte porque las tarifas son reguladas y no hay forma de invertir en nuevos servicios si la inversión no puede ser recuperada.
Sin fijación de controles y con regulaciones menos limitantes continuarán las incomodidades por algún tiempo pero nuevas generaciones de transportistas con iniciativa brindarán mejores servicios a precios razonables que cubran la inversión en estos nuevos servicios. También pueden imaginarse muchos servicios nuevos en transporte; autobuses con pantallas de tv en primera clase, alquiler de celular en autobus, buses con guía turística, unidades equipadas con plataformas para el ascenso de sillas de ruedas, etc. Los taxis podrían incursionar en otros negocios como el reparto a domicilio de medicinas y revistas, transporte de valores, transporte y asistencia en carretera, transporte y seguridad armada en viajes, y un largo etcétera, las posibilidades son infinitas y de hecho todas las anotadas existen en distintos países y habrá muchas otras que ni imaginamos, pero esta capacidad de innovación se trunca con la fijación de tarifas y regulaciones que impone el gobierno. Fijación de precios y regulaciones destruyen los incentivos para innovar.
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