Thursday, May 31, 2007

¿LO GRANDE ES MALO? EL PODER ECONOMICO DE LAS CORPORACIONES

por Don Mathews

Todos los años, la revista Fortune publica su lista "Fortune 500", de las quinientas corporaciones más grandes. Para algunos, la "Fortune 500" es un homenaje retorcido a la institución más ávida y letal que ofrece el capitalismo: la gran corporación. Los críticos del capitalismo y de las grandes corporaciones usualmente afirman que dichas compañías tienen un poder económico excesivo y utilizan ese poder para explotar a los consumidores y a los trabajadores.

Por supuesto, no todos piensan que las grandes corporaciones representan una amenaza económica, pero es sorprendente -al menos para mí- cuánta gente piensa que las grandes firmas explotan a los consumidores y trabajadores de una u otra forma.

Mi mujer y yo, una vez fuimos a una cena en la cual nuestro anfitrión y nuestra anfitriona, ambas personas encantadoras, se pasaron la mitad de la noche hablando acerca de las horribles grandes corporaciones. Lo gracioso fue que la comida que prepararon, los instrumentos que utilizaron para hacer la comida, los platos sobre los cuales sirvieron la comida, y los muebles sobre los cuales nos sentamos a comer, todos estaban producidos por grandes corporaciones. No creo que esté bien molestar a los amigos en su casa cuando uno es un invitado, por lo cual no destaqué estos detalles. Más tarde, con mi panza llena y mi dignidad intacta, volví a casa con mi mujer en nuestro auto que fue construido, sí, por una gran corporación.

¿Las grandes corporaciones explotan a los consumidores? Considero que "explotar" en este contexto significa producir bienes de menor calidad y venderlos a precios que dan grandes ganancias. ¿Las grandes corporaciones producen productos malos? Comparen la calidad y la variedad de bienes y servicios que hoy existen con aquellos que estaban a la venta hace cinco, diez o veinte años. ¿Cuál preferirán? La respuesta no requiere demasiado pensamiento. Por supuesto, los emprendedores son responsables por un gran número de innovaciones, pero sólo se necesita un día de compras para ver que las grandes corporaciones también han traído un montón de productos nuevos y mejores al mercado.

¿Las compañías cobran precios que les provocan grandes ganancias? Antes de mirar los datos empíricos, deberíamos destacar que realmente no tiene mucho sentido utilizar, como lo hacen muchos críticos de negocios, la ganancia y los márgenes de ganancia como medidas del nivel en que las corporaciones "explotan a los consumidores". El intercambio es voluntario en un libre mercado. Si un consumidor paga un precio por un bien, y una corporación no está obligada por leyes que restrinjan la competencia y no falsea su producto, entonces no hay ninguna razón para concluir que la corporación explota al consumidor simplemente porque ganan mucho dinero en el intercambio (Si la ganancia es una medida de explotación, ¿las corporaciones que pierden plata, están siendo explotadas por los consumidores?).

Pero supongamos que cobrar precios que provocan grandes ganancias constituye la explotación del consumidor. La lista Fortune 500 nos informa que la empresa con mayores ganancias en 1994 fue Ford, con U$S 5.300 millones de ganancias. Es un montón de dinero, pero vino por réditos de U$S 128.400 millones. Las ganancias de Ford sumaban el 4,1 por ciento de sus réditos. General Motors, la corporación más grande en 1994, ganó 4.900 millones de dólares - 3,2 centavos por cada dólar de rédito. ¿Qué hay de esas antiguas grandes petroleras? De cada dólar recibido por Exxon, el productor de petróleo más grande, 5 centavos fueron de ganancia. Mobil, la segunda en tamaño, sólo se quedó con 1,7 centavos de cada dólar.

Para las compañías de Fortune 500 de 1994, el promedio de ganancia como porcentaje de ingresos por ventas fue de 4,6. El restante 95,4 por ciento cubrió costos: salarios y sueldos de trabajadores, costos de otras materias primas, e impuestos. El año 1994 no fue anormal. Durante los últimos diez años, el promedio de ganancia como porcentaje de las ventas para las 500 empresas más grandes ha estado entre 2,4 en 1992 y 5,5 en 1988. Estos números no parecen conducir a la explotación de los consumidores por parte de las corporaciones.

¿QUÉ HAY DE LOS TRABAJADORES?

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