Son ya tres meses del gobierno de Rafael Correa y primer día del triunfo del SI con un 81,59% por sobre las otras opciones (con el 90.09% de actas computadas). ¿Qué queda por delante?
El país continúa en campaña política, pronto se lanzarán candidaturas de todos los partidos políticos y movimientos afines al gobierno y de la oposición, en julio habrán nuevas elecciones y luego la posesión de los asambleístas. La Asamblea Constituyente sesionará, probablemente modifique el estatuto para su funcionamiento, delimitará su accionar y dejará en pie los organismos gubernamentales pero con condicionamientos, redactará la Constitución y se la someterá a referendum. ¿Cierto?
"Quien sabe" es lo que muchos pensarán y tras esto una avalancha de dudas.
El escenario mas probable es que Rafael Correa capitalice los resultados de la consulta y haga con estos lo mismo que con los resultados de la segunda vuelta electoral: los considerará instrumento único y legítimo de poder sin más límite que su autoridad. No valieron antes los endebles límites constitucionales ni tendrán valor ahora, la Constitución es ese librito que se usa en Carondelet para posar la copa de la prepotencia.
El estatuto aprobado en la consulta popular adolece de serias fallas, comunicadas hasta el cansancio en debates, en medios, en foros. Ha sido creado así no por incompetencia sino por acción deliberada y esta es la razón de por qué el Tribunal Supremo Electoral es hoy un brazo del Ejecutivo, llegado el momento, los asambleístas serán asignados a dedo (y todos sabemos a que mano pertenece ese dedo). Antes, la publicidad electoral tendrá control estatal, en buena ley una afrenta mas al derecho de libre expresión, pero aparte de este control que muchos podrían encontrar justificado, no existe ningún control de la publicidad estatal en el estatuto por lo que aunque la ley electoral establece prohibición de que el gobierno haga publicidad, en la práctica y como ya es consuetudinario en estos últimos tres meses, los leguleyos chillarán que el ejecutivo está en su derecho merced al estatuto aprobado (¿alquien puede decir que mismo es el estatuto? ¿es artículo constitucional, ley, decreto o sentencia?)
Así Rafael Correa volcará todos los recursos posibles a la elección de los candidatos de los partidos afines al gobierno, y aún presumiendo que no haya publicidad gubernamental habrán elementos no imputables a publicidad como transporte, refrigerios, eventos, etc. que son fácilmente encubribles en el marasmo del gasto público, bastará la sola presencia del presidente en tarima y varias propuestas demagógicas para incentivar el apoyo, todo sea para llevar el máximo número de asambleístas y aprobar SU Constitución de sastre -o sea a la medida-. Los partidos de oposición (¿cuales partidos de oposición? solo la Democracia Cristiana defendió el NO a la Asamblea) harán otro tanto, pero incluso las mayores chequeras y empresas electorales del país se verán en desigualdad frente a un Behemot que detenta el control del Ejecutivo, del Congreso, del Tribunal Supremo Electoral, de la burocracia, de la fuerza pública y del dinero de todos. No nos extrañe tampoco que el Estado vete a agrupaciones y movimientos políticos no afines como ya lo hizo hace apenas una semana cuando impidió al Movimiento Libertario pautar en medios.
Pero nada de esto en realidad tiene importancia ni interés para el viandante, acaso apenas comprenda la gravedad de todo esto. Dice ¿Para qué libertades si no hay empleo? ¿Para qué respeto por la ley si el legislador corrompe? Uno pierde la paciencia tratando de explicar que las libertades son garantía del progreso y la civilización, que la ley y su respeto son importantes para apuntalar instituciones que garanticen derechos. También uno pierde la paciencia cuando advierte que efectivamente el legislador, incluso el mas titulado y aquilatado, suele proponer y aprobar mamarrachadas legales que agreden derechos fundamentales y que supuestamente brindan beneficios inmediatos, cuando en realidad destruyen beneficios futuros y generan privilegios inmediatos.
Otro escenario posible es, que a la asamblea vayan los mismos partidos en la forma como llegaron en las últimas elecciones a diputados, aprueben una Constitución con cambios obvios y un cúmulo de buenos deseos en la forma de nuevos pseudo derechos sociales y ambientales, y con igual o mas intervención burocrática. Otro escenario es que se realice una Constitución menos abusiva con los mismos cambios obvios. Claro, ambos escenarios llegarán a buen término solo si al Presidente Correa le da la gana, pues podría encontrar la manera arbitraria de destituir a los asambleístas "pelucones" como se hizo con los diputados de oposición. ¿Ya vieron que lo primero que haría una asamblea correísta será modificar el estatuto de su funcionamiento? si el gobierno copa la mayoría simple de la asamblea probablemente impondrá causales de destitución que puedan ser interpretables para acabar con el discenso de un plumazo.
Las reformas que instituya la asamblea, si esta fuese copada por Rafael Correa, serán las que ha predicado durante toda su vida para justificar el resentimiento social que lo motiva a él y algunos de sus colaboradores: política comercial, política monetaria, política tributaria. En pocas palabras: cierre y regulación de mercados, usar la moneda como instrumento de financiación del gobierno, aumento de impuestos y regulaciones. Que alguien me diga en donde esto ha funcionado en beneficio de la mayoría.
Pero a pesar de toda evidencia en contra de sus postulados, el resentido suele ser arrogante y cuando amaza el poder intenta diseñar la realidad a su antojo, es por eso que existen burocracias, regulaciones, impuestos y empresas públicas. Son legados de napoleones pasados, ruinas de devastaciones anteriores, herencias herrumbrosas de viejas estructuras políticas que sacrificaron el dinero ajeno (impuestos) para erigir elefantes blancos que hablen de sus "logros" para la posteridad...
Y es que efectivamente sus legados hablan mucho de ellos, de su prepotencia, de su ruindad e ignorancia.
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