Lo que al país le espera

Noticia en La Razón de España: Chávez se otorga plenos poderes para hacer de Venezuela un país a su medida

Buenos Aires- Aunque Venezuela es una república, desde ayer tiene un nuevo rey. Como si de una coronación se tratase, el presidente, Hugo Chávez, recibió ayer de la Asamblea Nacional la tercera ley habilitante en sus ocho años de mandato, que ampliará el poder del Ejecutivo a niveles nunca vistos en casi medio siglo de historia democrática del país. Para impregnar a la ceremonia del populismo requerido, la sesión se celebró en la calle, en plena Plaza Bolívar, ante una multitud de seguidores «rojitos» que, al grito de «socialismo o muerte», alzaban la mano como si de ellos dependiese la sanción de la ley. Los 11 ámbitos de acción sobre los que está estructurada la nueva legislación dejan claro que Chávez está dispuesto en el próximo año y medio -tiempo de vigencia de la ley habilitante- a pisar el acelerador para cambiar las estructuras venezolanas e instaurar en el país un modelo que ha
denominado «socialismo del siglo XXI». Chávez ha asegurado que utilizará la ley habilitante para promover decretos ley de nacionalización del sector eléctrico y la mayor empresa telefónica, adelantar una reforma tributaria para gravar los bienes suntuarios, y ejecutar una reorganización territorial del país que dará prioridad a la conformación de concejos comunales.

El Federalista: y esto es lo que le espera al país al mediano plazo, y quizá para nosotros represente algo aún peor, ser una mísera colonia satélite del chavismo porque pese a la vocinglería del mandatario que padecemos, este no es más que un títere, un "muchachito" como lo tildó la madre de Hugo Chávez al economista Correa.

¿Está el país dispuesto a tolerar un atropello institucional de estas proporciones? el mayor problema para los ciudadanos es que el autoritarismo puede aprender de los aciertos y errores estratégicos ajenos, y al fallido autoritarismo de Gutiérrez, Rafael Correa bien podría tomar nota y hacer exactamente lo mismo pero con ropajes de "movimiento ciudadano".

Estamos pues, frente a grandes problemas: el autoritarismo amenaza nuestra sociedad y el enemigo está en casa.