Por Danny Ayala Hinojosa
Dejando a un lado los tecnicismos económicos, que aunque reflejan la realidad en cifras, no reflejan siempre la variable mas importante de la economía, el individuo y sus interacciones con otros, las barreras que le impone el Estado y su comportamiento como respuesta. Sí es válido el argumento de que cuando el Estado interviene en la economía, éste se comporta como un perverso rey Midas que todo lo pervierte, corrompe o incapacita ¿Es esta una posición extrema? Talvez lo parezca, pero es mas bien mal entendida, la crítica al Estado no es una crítica al concepto de gobierno representativo, institución surgida del pensamiento occidental y repensado una y otra vez desde la antigua Grecia hasta la actualidad. No se trata -al menos por mi parte- de atacar el concepto de gobierno, sino de su versión perversa y opuesta: el Estado, el cual es indiscutiblemente originador y protector de privilegios y retaliaciones.
Sobre el tema del libre comercio, lo ideal es que no existiesen aduanas, ni aranceles ni barreras no arancelarias, que sean los consumidores premien o castiguen a los productores en las cajas registradoras. La situación descrita es poco probable en el corto o mediano plazo, en cambio si es factible lograr una mayor apertura comercial a través de tratados de comercio que permitan a las personas mejorar su poder adquisitivo y a las empresas ser mas competitivas. ¿Un TLC es imposición? no, es un acuerdo que se negocia. Siendo mas radicales y si no nos gustan las negociaciones entonces nos quedan dos alternativas: a.) mantener los privilegios corporativos locales e impedir a la gente que se beneficie del comercio libre, es decir no hacer nada. Ó b.) apertura comercial unilateral: abolir aranceles y eliminar aduanas pero sin la garantía de que del otro lado se abran las fronteras.
Sobre la dolarización, se ha cuestionado sobre mis argumentos esgrimidos en Teleamazonas, en el sentido de que el crecimiento del PIB se debe a los altos precios del petróleo y las remesas de inmigrantes, las cuales ciertamente inciden en el crecimiento de sectores financiero, construcción y comercio. El argumento es válido hasta cierto punto pero hay que detenerse en el por qué, sobre el sector petrolero la respuesta obvia es la construcción del Oleoducto de Crudos Pesados (idea que en su tiempo también fue atacada por los anti-OXY, anti-TLC y las sindicales petroleras) mas no tanto por los altos precios que poco nos ayudan si estos se invalidan con los altos subsidios a derivados importados. Sobre el destino de las remesas de los migrantes hay que puntualizar lo siguiente: las remesas han crecido precisamente porque ahora el riesgo cambiario es mínimo y hay mayor estabilidad económica en el país destino. Otra cosa, las remesas han ido a parar a sectores menos regulados como el de construcción y el de consumo, si en Ecuador tuviésemos un marco de respeto por la inversión y menos regulaciones, una mayor cantidad de estos recursos habrían ido a robustecer otros sectores de la economía. Es positivo sin embargo que el dinero de los migrantes se destina a compra de inmuebles lo cual permite que la gente obtenga propiedades y posteriormente las puedan usar como garantía de créditos para nuevos negocios.
A la dolarización llegamos debido a una fuerte crisis económica, originada por causas exógenas (fenómeno del niño, caída de los precios del petróleo, crisis en Rusia y Argentina) y por causas endógenas (emisión monetaria sin control, corrupción bancaria, etc.). Pero para la segunda fuente de causas volvemos al punto central de mi argumentación: donde el Estado mete las manos, mete las patas. Al quiebre bancario se intentó solucionar con préstamos nacionales "financiados" con devaluación y con feriado bancario después. Sin aprender del pasado inmediato se aprobó la "Ley AGD" que garantizaba el 100% de los depósitos, muy bonito en el papel pero ruinoso para la economía pues premiaba la ineficiencia financiera con respaldo de fondos gubernamentales, es decir nuestros. De nuevo, el Estado entendido como sus actores políticos, privilegiaron al sector financiero, solaparon su quiebre con dinero nuestro y volvieron a privilegiarlo con la ley AGD.
Ahora, para apuntalar la economía, se requiere -y no me cansaré de decirlo- de estabilidad y apertura económica, seguridad jurídica y reformas políticas, mas esto último es menos importante que los dos primeros. Se requieren reformas políticias es verdad pero es extremista pensar que ello debe lograrse mediante una Asamblea Constituyente ¿Acaso no hemos aprendido nada en los últimos 8 años desde la última constituyente? ¿Qué nos hace pensar que "esta constituyente si" logrará cambios? ¿Quiénes son la "sociedad civil"? ¿Las cámaras, los gremios, los movimientos sociales, los partidos, quiénes? Ecuador está tropezando de nuevo con la misma piedra y peligrosamente estamos por elegir ya no presidente sino dictador, pues algunos candidatos amenazan con liquidar Congreso, cortes y tribunales en sus primeros decretos, llamar a consultas populares y establecer asambleas con poderes ilimitados, es decir: dictaduras de las mayorías, juntas de soviets o burós políticos donde prima el interés político por sobre el derecho, la legitimidad o la justicia.
El sistema debe reformarse, pero debe hacérselo ordenadamente. Las instituciones hay que cambiarlas, pero con los mismos instrumentos institucionales, paso a paso. Es por eso que un anterior artículo mío se tituló: un día un paso.
Sobre el tema del libre comercio, lo ideal es que no existiesen aduanas, ni aranceles ni barreras no arancelarias, que sean los consumidores premien o castiguen a los productores en las cajas registradoras. La situación descrita es poco probable en el corto o mediano plazo, en cambio si es factible lograr una mayor apertura comercial a través de tratados de comercio que permitan a las personas mejorar su poder adquisitivo y a las empresas ser mas competitivas. ¿Un TLC es imposición? no, es un acuerdo que se negocia. Siendo mas radicales y si no nos gustan las negociaciones entonces nos quedan dos alternativas: a.) mantener los privilegios corporativos locales e impedir a la gente que se beneficie del comercio libre, es decir no hacer nada. Ó b.) apertura comercial unilateral: abolir aranceles y eliminar aduanas pero sin la garantía de que del otro lado se abran las fronteras.
Sobre la dolarización, se ha cuestionado sobre mis argumentos esgrimidos en Teleamazonas, en el sentido de que el crecimiento del PIB se debe a los altos precios del petróleo y las remesas de inmigrantes, las cuales ciertamente inciden en el crecimiento de sectores financiero, construcción y comercio. El argumento es válido hasta cierto punto pero hay que detenerse en el por qué, sobre el sector petrolero la respuesta obvia es la construcción del Oleoducto de Crudos Pesados (idea que en su tiempo también fue atacada por los anti-OXY, anti-TLC y las sindicales petroleras) mas no tanto por los altos precios que poco nos ayudan si estos se invalidan con los altos subsidios a derivados importados. Sobre el destino de las remesas de los migrantes hay que puntualizar lo siguiente: las remesas han crecido precisamente porque ahora el riesgo cambiario es mínimo y hay mayor estabilidad económica en el país destino. Otra cosa, las remesas han ido a parar a sectores menos regulados como el de construcción y el de consumo, si en Ecuador tuviésemos un marco de respeto por la inversión y menos regulaciones, una mayor cantidad de estos recursos habrían ido a robustecer otros sectores de la economía. Es positivo sin embargo que el dinero de los migrantes se destina a compra de inmuebles lo cual permite que la gente obtenga propiedades y posteriormente las puedan usar como garantía de créditos para nuevos negocios.
A la dolarización llegamos debido a una fuerte crisis económica, originada por causas exógenas (fenómeno del niño, caída de los precios del petróleo, crisis en Rusia y Argentina) y por causas endógenas (emisión monetaria sin control, corrupción bancaria, etc.). Pero para la segunda fuente de causas volvemos al punto central de mi argumentación: donde el Estado mete las manos, mete las patas. Al quiebre bancario se intentó solucionar con préstamos nacionales "financiados" con devaluación y con feriado bancario después. Sin aprender del pasado inmediato se aprobó la "Ley AGD" que garantizaba el 100% de los depósitos, muy bonito en el papel pero ruinoso para la economía pues premiaba la ineficiencia financiera con respaldo de fondos gubernamentales, es decir nuestros. De nuevo, el Estado entendido como sus actores políticos, privilegiaron al sector financiero, solaparon su quiebre con dinero nuestro y volvieron a privilegiarlo con la ley AGD.
Ahora, para apuntalar la economía, se requiere -y no me cansaré de decirlo- de estabilidad y apertura económica, seguridad jurídica y reformas políticas, mas esto último es menos importante que los dos primeros. Se requieren reformas políticias es verdad pero es extremista pensar que ello debe lograrse mediante una Asamblea Constituyente ¿Acaso no hemos aprendido nada en los últimos 8 años desde la última constituyente? ¿Qué nos hace pensar que "esta constituyente si" logrará cambios? ¿Quiénes son la "sociedad civil"? ¿Las cámaras, los gremios, los movimientos sociales, los partidos, quiénes? Ecuador está tropezando de nuevo con la misma piedra y peligrosamente estamos por elegir ya no presidente sino dictador, pues algunos candidatos amenazan con liquidar Congreso, cortes y tribunales en sus primeros decretos, llamar a consultas populares y establecer asambleas con poderes ilimitados, es decir: dictaduras de las mayorías, juntas de soviets o burós políticos donde prima el interés político por sobre el derecho, la legitimidad o la justicia.
El sistema debe reformarse, pero debe hacérselo ordenadamente. Las instituciones hay que cambiarlas, pero con los mismos instrumentos institucionales, paso a paso. Es por eso que un anterior artículo mío se tituló: un día un paso.
1 comment:
Lamento observar que Usted está lleno de prejuicios y al parecer de resentimiento... Triste-
Danilo Caicedo
Post a Comment