El conductor de Causa y Efecto, Alfredo Arízaga, lamentó las declaraciones realizadas por el candidato presidencial León Roldós, al diario español El País. En una entrevista Roldós afirmó “no voy a pagar la deuda externa”. Este anunció “está cargado de una profunda demagogia y expresa una gran ignorancia sobre temas económicos”, dijo Arízaga.
Roldós afirma que el pago de la deuda representa el 42% del Presupuesto del Estado ecuatoriano, pero según Arízaga “ese cálculo es equivocado”, porque cuando existe déficit fiscal es porque no se está pagando la deuda sino que se están contrayendo nuevas obligaciones, y eso está “ocurriendo en el país”, más aún cuando el presupuesto para 2006 fue aprobado con un déficit de 550 millones de dólares.
Sin embargo, Roldós “no reconoce” que esta afirmaciones le van hacer daño al país y a la gente pobre que se quedará sin trabajo por al falta de financiamiento y créditos internacionales.Según dijo “el impacto negativo de estas afirmaciones” afectará las relaciones comerciales entre las instituciones financieras de España y en las empresas que operan en Ecuador y no descartó que empiecen a “cerrarse las líneas de financiamiento hacia el país” porque según las encuestas, Roldós es el más opcionado a ganar las elecciones presidenciales en Ecuador.
En otro tema Arízaga también se refirió a la poca acogida que tuvieron los ministro de Economía y Energía, Diego Borja e Iván Rodríguez, quienes trataron de explicar a los representantes de bancos de inversión, la decisión del gobierno que declaró la caducidad del contrato con OXY. “Ecuador está sembrando indiferencia” dijo el analista al señalar que “para el país será cada vez más difícil atraer inversión extranjera”.
El Federalista: los mercados se alimentan sobretodo de información, de señales de nuevas oportunidades o amenazas. Nuestros políticos por su parte parecen desconocer el impacto de sus afirmaciones como generadoras de señales positivas o negativas, señales que a menudo son negativas debido a la capacidad política de manipular el mercado de acuerdo a la coyuntura e intereses partidistas.
Los ciudadanos viven de sus empleos y negocios, los negocios requieren de crédito para funcionar, los bancos entregan créditos y cierran tratos con grupos financieros internacionales. Todos estos agentes, desde el ciudadano común hasta el conglomerado industrial o financiero requieren de seguridad y confianza en el sistema. Alterar con demagogia esta cadena nutrida de información y funcional gracias a la confianza es irresponsable.
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