Aclaro mi posición primeramente: por principio el gobierno no debe ser petrolero, electricista, telefonista, médico, educador, industrial, asegurador ni constructor. El gobierno debe ser juez únicamente.
Pero, por curiosidad ¿es factible construir 300 mil viviendas por año?
Bien, el plan implicaría construir un total de 205 viviendas por día o el equivalente de un edificio de la CFN en Quito cada día (20 pisos y promedio de 10 viviendas por piso), es decir 1460 edificios de este tipo en los próximos 4 años, o 150 edificios del tamaño del Empire State si ponemos 20 viviendas por piso en los siguientes 4 años.
Tomando en cuenta un costo de construcción por vivienda de $10,000, el plan costará $3.000'000.000 o $750'000.000 por año. ¿Existe esa cantidad de dinero en el Ecuador? bien, el PIB del sector de la construcción de este año se calcula será de 3.187 millones de dólares como dato a comparar. Desde luego, el dinero saldrá (o debería salir) de cada persona que quiera acceder a vivienda. Y lo mas probable es que cuente con un bono gubernamental para el efecto.
Para que este proyecto sea viable (y no digo que deba hacerse necesariamente) deberían realizarse varias cosas:
Primero, se requiere terrenos y urbanizarlos, ello implicará que cada interesado debe tener una propiedad. Lo cual nos lleva a una propuesta útil en ese sentido: titularizar las tierras que ocupan miles de personas en áreas rurales y urbano-marginales. Ello además supone una seguridad para el propietario y un activo que le sirva de garantía para un préstamo en un futuro. Quienes no tengan terrenos probablemente se beneficiarán con los que el Estado disponga en conjunto con los municipios que evidentemente requerirán urbanizarlos y contar con los recursos para ello.
Segundo, se necesitará gran cantidad de materiales de construcción. La buena noticia, estos materiales existen en abundancia localmente y si la oferta no es suficiente, podrían eliminarse los aranceles para permitir su importación lo cual favorece al proyecto en ciernes pero también a otras obras tanto estatales como privadas. Se reducirían los costos vía exoneración de impuestos.
Tercero, se requeriría una gran cantidad de mano de obra. El desempleo se reduciría rápidamente (aunque artificialmente) al contratar a miles de obreros para la construcción directa y un aumento de las plantillas de las empresas constructoras y de servicios relacionados indirectamente. Al finalizar la obra es posible que se haya generado suficiente movimiento comercial como para absorber gran parte de los obreros, de hecho muchos de ellos serán habitantes de las casas construidas.
Cuarto, el financiamiento debe venir del sector privado en gran parte y si se requiere reducir las tasas de interés, necesariamente debe abrirse el mercado financiero para generar competencia y brindar productos financieros adecuados, pero además debe reducirse el gasto fiscal para liberar recursos para la construcción de semejante obra. Al mismo tiempo deben buscarse y firmarse todos los acuerdos de libre comercio posibles, ello generará un alto movimiento de bienes y servicios, permitirá mayor poder adquisitivo e incentivará las exportaciones y la productividad local. A mediano plazo el mayor flujo comercial generará mayor ahorro y su colocación como créditos a bajo interés en el sistema financiero.
Quinto, las viviendas en construcción necesitarán contar con servicios. Se elevará la demanda de energía eléctrica, combustibles, telefonía, agua y servicios de alcantarillado, nuevas vías de acceso y puentes, cinturones verdes y áreas de esparcimiento. Todo ello debe proveerse rápidamente y en abundancia. El Estado de sobra aquí y en cualquier parte ha demostrado su incompetencia para brindar estos servicios, así que deben abrirse el mercado energético, telefónico e hidrocarburífero. Concesionarse los servicios básicos y obras civiles, al igual que carreteras y áreas verdes.
Sexto, el proyecto deberá contar con respaldo político ¿puede hacerse? bien, según los resultados preliminares de las elecciones legislativas, un posible gobierno de Alvaro Noboa -quien ofrece las 300 mil casas- contará con una bancada mayoritaria seguida por la de Sociedad Patriótica y otros que podrían llegar a un acuerdo, llamémosle provisionalmente "bloque de concertación" (déjenme pensar positivamente al menos una vez). Los partidos de izquierda recalcitrante: MPD y PAIS-PS-FA serán minoría mientras que Pachakutik gravitaría entre ambos extremos.
En resumen: el plan de 300 mil viviendas por año sí es factible pero requerirá de conciliar muchos intereses y lograr reformas económicas rápidamente o se viene todo abajo. La pregunta que debe hacerse es ¿los partidos estarán dispuestos a apoyar el plan o sabotearlo?