Mientras la ayuda comienza a llegar a las comunidades de las provincias de Tungurahua y Chimborazo afectadas por la erupción del volcán, el presidente de la República, Alfredo Palacio, y los ministros de Finanzas, Defensa, Bienestar Social, Trabajo, Turismo, Ambiente y Salud recorrieron ayer varias poblaciones afectadas por la erupción del volcán Tungurahua. El primer mandatario prometió la entrega de $5 millones.
Noticia en Diario HOY: Palacio y siete ministros constatan el desastre.
El Federalista: Mientras el Presidente de la República "promete" entregar recursos y se muestra, con obvia consternación, preocupado por los daños y secuelas de la erupción del volcán Tungurahua que empezó el fin de semana, la ayuda privada llegó ayer en 10 camiones que trasladaron el producto de la generosidad de individuos particulares que apoyaron la iniciativa de un medio de comunicación de Quito. El drama del paternalismo se evidencia terriblemente en esta circunstancia: el gobierno no tiene la eficiencia ni la decisión para intervenir, como lo hace sobre las actividades privadas, en coordinar ayuda para los damnificados. El sector privado organiza la ayuda por medio de sus canales particulares y en cuestión de dos días llega al sitio con comida, colchones, cobijas y demás artículos necesarios para paliar la catástrofe. Los damnificados, siguiendo una tradición de años de colonialismo no por parte de empresas extranjeras ni gobiernos intervencionistas, sino por parte del propio gobierno que no ha logrado difundir un espíritu de empresarialidad ni de emprendimiento, sino que ha perpetuado el paternalismo.
Las nuevas voces que han organizado estos canales de ayuda privada le devuelven al Ecuador el recuerdo y los valores de la gran obra de beneficencia que desarrollaban iglesias e instituciones filantrópicas en el S. XIX y que ojalá genere un debate sobre lo pernicioso del paternalismo y la necesidad de que los ecuatorianos tengamos más valores de ayuda generosa en lugar de solidaridad obligada y de emprendimiento en lugar de autovictimización y lástima.
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