"Alberto quítate tu que me pongo yo"

Noticia en El Universo: Acosta: Me pidieron hacerme a un lado y decidí renunciar

Alberto Acosta anunció su renuncia a la presidencia de la Asamblea Constituyente cerca de la 01:00 de ayer, cuando convocó vía internet a una sesión para tratarla.
Pero catorce horas después, cuando intentó instalar al pleno, le fue imposible, porque sus coidearios de Acuerdo PAIS lo dejaron
sin quórum.
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Insistió en que se quiten los plazos para tratar el articulado. Pasadas las 19:00, su bloque, reunido en Manta, decidió aceptar hoy su dimisión, ascender a Fernando Cordero y a César Rodríguez, como primer vicepresidente.

El Federalista: Se reeditan las viejas prácticas de la partidocracia al dejar sin quórum la sala, sólo un detalle, pero es peor el motivo central para apartar a Alberto Acosta de la presidencia, se busca imponer un cronograma y una Constitución hecha a la medida de Rafael Correa caiga quien caiga. Ha importado más el calendario electoral más que la calidad del texto (de por sí ya muy mala), importa más lo coyuntural que lo estructural, importa más saciar el apetito político-electoral del dictador de Carondelet que brindar una Constitución bien redactada, a estas alturas ya un imposible.

La Asamblea Constituyente ha desperdiciado una oportunidad histórica para realizar el cambio que una mayoría eligió y pensó para el país. La Asamblea se ha convertido en un triste teatro donde se ensayan las más abyectas, extremas y totalitarias ideas. Ya ni siquiera puede decirse que la Constituyente es una imposición de los "alzamanos", la Asamblea es la imposición de un sólo personaje con una visión cerrada, retrógrada e intolerante, pagado de sí mismo, abusivo como él solo y gran dilapidar del dinero ajeno.

La Asamblea, incluso con la forma deshonesta de como se la instaló, ya no existe. La Asamblea Nacional Constituyente es una dependencia de redacción de Rafael Correa y de su séquito de aulicos en Carondelet.