El Federalista: gracias a las reformas de libre mercado instituídas en muchos lugares del mundo la pobreza va desapareciendo, China por ejemplo fue un país muy pobre hasta cuando hace casi dos décadas impulsó reformas tendientes a liberalizar mercados, los resultados están a la vista: una creciente clase media con mayor acceso a educación, salud, vivienda, consumo y tecnología. Y no es el único caso, le siguen la India, el Sudeste Asiático, Europa del Este, Brasil, México, algunos países del África y naciones como Chile, Colombia y Perú en nuestra región.La clase media de los países pobres es el grupo humano que más rápido está creciendo. En los próximos 12 años, 1 800 millones de personas engrosarán las filas de la clase media. De estos, cerca de 600 millones serán chinos y otro tanto, brasileños.
En ese período, la población del planeta habrá aumentado en 1 000 millones, es decir, menos que la clase media. Las consecuencias de esto son enormes. Y los retos que esta clase media planteará no tienen precedentes.
Homi Kharas, economista del Brookings Institution, calcula que para el 2020 la clase media será el 53% de la población mundial. “Hay países pobres donde millones están saliendo de la pobreza gracias al rápido crecimiento económico”, dice Kharas. Para el 2025, China tendrá la clase media más grande del mundo. La de India será 10 veces mayor.
Esas son buenas noticias. Pero estos éxitos de la humanidad no serán gratis. Y los síntomas ya los estamos sintiendo. Usted, por ejemplo, está pagando más por la comida.
Otras naciones como Venezuela, Bolivia o Ecuador no han aprendido de la historia y siguen estancados en un creciente estatismo que está logrando un aumento de la pobreza, la inseguridad, el desempleo y masivas emigraciones por razones económicas. A mayor intervención del Estado son más los recursos que se quitan a los ciudadanos mediante impuestos y menos son los que se quedan en sus bolsillos, por ende los ahorros decrecen, los créditos escasean, las empresas no pueden reinvertir, ni mejorar su competitividad, crear plazas de trabajo o mejorar las remuneraciones.
Ciertamente los precios de algunos productos suben de precio a nivel mundial, pero sólo coyunturalmente pues los altos precios atraen a nuevos capitales y productores para producir los bienes que escasean. Pero estos capitales y sus productos sólo se están generando en naciones donde impera la ley, donde se respeta la propiedad privada y los gobiernos ofrecen estabilidad y reducida intervención burocrática. Debido a esto, el precio de los productos tiende a equilibrarse en los mercados más libres mientras que en las naciones más intervenidas los precios suben aún más con cada nueva regulación del Estado.
En Ecuador por ejemplo, los precios vienen subiendo desde hace varios meses. Los controles de precios sólo han provocado escasez y han aumentado la volatilidad de los precios. Las restricciones a la exportación del arroz -incautación incluída- han arruinado a los arroceros y a otros productores que ahora sufren el embate del fuerte invierno, invierno que los ha encontrado descapitalizados debido precisamente a los controles y prohibiciones gubernamentales. Las denominadas "ferias libres" organizadas por el gobierno son inútiles paliativos de fin de semana (cuando el mercado opera todo el tiempo) y restringidos localmente (cuando el mercado opera en todas partes) y que además entregan productos de dudosa calidad.
Tal es el estado de cosas en un mundo cada vez más globalizado y tal es el estado de cosas en las tristes naciones que han optado por el socialismo. Socialismo o muerte... o mas bien optar por tragedia o catástrofe.
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