Respuestas a algunos cuestionamientos sobre el mercado, el Estado, la publicidad y los cárteles empresariales.
El mercado son las personas intercambiando, el Estado son personas organizadas para vivir de la riqueza de los demás. El mercado funciona basado en intercambios voluntarios, el Estado se basa en la fuerza o la amenaza de su uso.
Las empresas poderosas pueden fijar precios fuera de la competencia cuando entran en contubernio con el Estado para limitar la competencia mediante imposición de aranceles, fijación de regulación de capitales mínimos, trabas no arancelarias, requisitos de funcionamiento, impuestos a la renta (que marginan a los pequeños pero son sobrepasados por los grandes), etc. Sólo con un poder mafioso y armado, llámese delincuencia organizada o Estado... (bah, son lo mismo) una empresa puede librarse de la competencia. Por otra parte, los cárteles suelen fijarse cuando hay pocos competidores pero nunca se sostienen en el tiempo. En un marco de libre mercado con comercio libre y libre ingreso de negocios, los cárteles no duran ni una semana, pues siempre alguien termina "haciendo trampa" en busca de su propio beneficio y de acuerdo a las condiciones de su negocio pues no todos tienen las mismas expectativas, planes futuros, obligaciones contractuales, deudas, etc. De hecho los únicos cárteles que duran son como los de la OPEP porque son estados que monopolizan o controlan vastas reservas de crudo mediante el control judicial, la coerción, el uso de la fuerza y ciertamente con la connivencia de empresaurios acomodaticios ¿y alguien en la izquierda se indigna por este cartel? no, nadie (¿doble moral no?).
Ahora, las empresas pueden publicitar lo que quieran para buscar que compren sus productos, siendo este un mecanismo pacífico, pues yo que sepa un comercial no es imposición de nada y uno siempre puede cambiar de canal, periódico, emisora o de página web, y leer un libro o hacer ejercicio. El producto puede ser muy bueno y bien publicitado pero si los consumidores no quieren comprarlo pues sale de los escaparates y se acabó, caso del Betamax y del por qué no criamos industrialmente avestruces y no gallinas. Si el consumidor no quiere, no hay forma de obligarlo, si las cámaras digitales reemplazaron a las de emulsión es porque los consumidores así lo quisieron, ve tu a agarrarle de las solapas a cada consumidor para reclamarle.
El Estado en cambio sí obliga a todos a financiar sus caprichos, los megasueldos y privilegios de la burocracia, las costosas demandas sindicales, los vehículos nuevos y los viajes de los funcionarios. ¿No será mas bien que es el Estado el que roba, impone, monopoliza y carteliza?
Fijémonos de nuevo en los precios, los precios de los servicios pueden ser escandalosos ¿por qué? porque la entrada de competidores al mercado está restringida por el Estado a través de regulaciones que imponen mil y un requisitos, porque, por ejemplo, las bandas celulares suelen ser costosas concesiones estatales y no libremente apropiadas, son los funcionarios estatales y no los consumidores quienes deciden si "hay poco mercado para otro competidor". Sucede igual con la vivienda, en mercados extensamente regulados los costos suelen ser altos y los beneficios pocos por lo que producir viviendas no es rentable, en consecuencia por más demanda que exista la oferta es insuficiente porque el gobierno ha hecho de todo por obstaculizar la vivienda, más si el gobierno se hace de la vista gorda frente a las ocupaciones ilegales, así que no solo no es rentable el negocio sino que enfrenta peligros.
Así que es verdad que realmente el libre mercado no existe en toda su magnitud debido precisamente a la intromisión autoritaria del Estado. Pero ¿es utópico? no, para nada, mientras exista gente armada de valor y ética, el Estado estará bajo ataque de quienes defendemos las libertades y derechos innatos, así con sus victorias y sus temporales derrotas las libertades se abren paso.
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