- Queremos hacer nuestra plena contribución a la preservación de nuestra herencia común, la Tierra. Estamos, no obstante, preocupados en el amanecer del Siglo XXI, por el surgimiento de una ideología irracional que se opone al progreso científico e industrial e impide el desarrollo económico y social.
- Nosotros sostenemos que el Estado de Naturaleza, en ocasiones idealizado por movimientos con una tendencia a mirar al pasado, no existe y probablemente no haya existido nunca desde la primera aparición del hombre en la biosfera, en la medida en que la humanidad ha progresado siempre incrementando el embridamiento de la Naturaleza, y no al revés.
- Suscribimos en su totalidad los objetivos de una ecología científica para un universo cuyos recursos han de ser atesorados, gestionados y preservados.
- Pero nosotros exigimos, al mismo tiempo, que este atesoramiento, gestión y preservación esté fundado en criterios científicos y no en preconcepciones irracionales.
- Intentamos hacer valer la responsabilidad y los deberes de la ciencia hacia la sociedad en su conjunto pero advertimos, no obstante, a las autoridades a cargo del destino de nuestro planeta contra las decisiones que están sustentadas por argumentos seudocientíficos o en datos no relevantes y falsos.
- Llamamos la atención de todo el mundo sobre la absoluta necesidad de ayudar a los países pobres para alcanzar un nivel de desarrollo sostenible que vaya de la mano del resto del planeta; de protegerles de los problemas y los riesgos que provienen de los países desarrollados y de evitar su implicación en una red de obligaciones irrealistas que comprometerían su independencia y su dignidad.
- Los mayores males que acechan nuestra Tierra son la ignorancia y la opresión, y no la ciencia, la tecnología y la industria, cuyos instrumentos, cuando son adecuadamente gestionados, son herramientas indispensables para un futuro modelado por la humanidad, por sí misma y para sí misma, para que sobrelleve los problemas importantes, como la superpoblación, el hambre y las enfermedades extendidas por todo el mundo.
Declaración de Heidelberg
Firmada por 4000 científicos, 72 de ellos premios nobel.
1 de Junio 1992
2 comments:
Y cuando decimos opresión también hablamos del neoliberalismo Sr. Ayala, no cre que es la mamá de tarzán después de todo, pues en muchos países no ha dado resultados, sino pobreza.
¿y qué entiende usted por neoliberalismo?
Porque que yo sepa los países donde se permite más liberalismo son los más prósperos, los países con más intervención estatal como el nuestro son pobres e incultos. O a dónde van nuestros migrantes ¿a los opresores Cuba y Venezuela o a los neoliberales España y EEUU?
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