El Federalista: perfectamente previsible, si el gobierno confisca las utilidades e impide que las compañías las sigan manteniendo entonces éstas deben reducir sus costos para recuperar en parte las pérdidas ocasionadas.Las petroleras extranjeras que operan en Ecuador están recortando gastos luego de que el gobierno les redujo a 1% las ganancias extraordinarias por el alto precio del crudo, indicó el martes Federico Pérez, dirigente de las prestadoras de servicios que atienden a las compañías.
Manifestó que "las compañías no han reaccionado" ante la decisión del presidente Rafael Correa, quien el 4 de octubre decretó que el Estado reciba el 99% del excedente entre el precio del petróleo fijado en los contratos y el del mercado, que desde abril de 2006 se distribuía en partes iguales.
Pérez señaló que las petroleras "han comenzado a recortar los gastos de las compañías de servicios (como de personal, alimentos e insumos), ya no existe exploración en términos de pensar en que esto es un proceso durativo de 20 años (como establecen algunos acuerdos)".
Sostuvo que la medida afecta a unas 400 firmas que integran la Cámara de Servicios Petroleros y Energéticos, que generan empleo para unas 12.000 personas y facturan unos 250 millones de dólares mensuales por servicios como el de extracción de crudo.
La confiscación de las utilidades petroleras está logrando que se reduzcan los gastos empresariales y por ende exista una menor demanda de los servicios de los proveedores, servicios que incluyen: repuestos, personal, catering, equipamiento, mobiliario, ropa de trabajo, servicios de salud, transporte, maquinaria, herramientas, etc. Miles de empresas verán reducidas sus ventas y por tanto tendrán que recurrir a los despidos de personal, miles de familias se quedarán sin su sustento, y como nadie está invirtiendo en el país en otros sectores (excepto todavía en el de la construcción) muchos no encontrarán empleo en largo tiempo.
Las petroleras practicamente no han reaccionado, han preferido que se les corte la mano a que rueden sus cabezas si manifiestan su oposición, recuperarán las inversiones hasta donde se pueda pero no realizarán nuevas excepto quienes tengan conexiones con el gobierno. A nadie parece importarle los empleos que se pierden y la pobreza que se extiende. Los pobres no verán buenos cambios en su vida y tampoco los esperan, están hechos al dolor desde hace tiempo y aliviados por las limosnas (sobornos) gubernamentales, la clase media es la que está pagando las consecuencias de sus propios errores, por ser una clase en gran parte acomodaticia, intelectualmente perezosa, borrega de las modas políticas tanto como olvidadiza de los valores éticos que defendía en otras épocas. (¿dónde están los forajidos que dizque defendían el Estado de Derecho?)
¿Y las élites?
Ocultas tras el poder o temerosas al interior de sus augustas casas, unos marchándose, otros tratando de sacar provecho y unos pocos -muy pocos- en oposición a la cleptocracia que soportamos. Se viene la turba encima, se ha envalentonado con los despojos que está sacando, y no quedará sólo ahí, ya se ha establecido que quienes arrienden inmuebles deben tributar, mañana se justificará así la regulación de los inmuebles y su expropiación. Se elevan los aranceles, aumenta la inflación mientras caen las inversiones, los depósitos y el poder adquisitivo.
El "brillante" economista Rafael Correa le está propinando un duro golpe a los ecuatorianos, pero el golpe dolerá sólo cuando a los despistados habitantes de este país se les pase el efecto de la morfina de la Asamblea Constituyente.
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