Mientras el parque industrial no tenga servicios básicos su despegue será una utopía. Los inversionistas y el Municipio están de acuerdo en ese punto y eso se analizó ayer en una reunión en la oficina de la alcaldesa Patricia Briones.
En las 101 hectáreas del parque sólo funcionan tres empresas: Ceilmaca, Inveragrocorp y Pingüíno, lo que representa el 35 por ciento. El resto es maleza.
Pedro Zambrano, representante de Catalina Trading, empresa que tiene 2,8 hectáreas de tierra en el parque, tiene interés en instalar una exportadora de frutas, pero se detiene por la falta de los servicios básicos.
La Alcaldesa dijo que hay casos en el cantón, como la Empresa Municipal Parque Industrial de Portoviejo (Empip), que nacieron en la administración anterior “sólo en el papel”.
Aseguró que en ocho meses el parque contará con alcantarillado sanitario y que en dos años tendrá agua potable, ya que consta dentro del plan maestro que está financiado.
El Federalista: Evidentemente se requiere una mayor inversión y liderazgo privados en esta obra, depender del gobierno central es un error que no debe cometerse y por el contrario municipio e inversionistas deben optar por la concesión privada bajo libre competencia de los servicios básicos para el parque.
Esto es, que los servicios de alcantarillado y agua potable sean concesionados, que la energía eléctrica sea provista por el mismo parque con redes y generadoras privadas, incluso el sistema telefónico debería ser función privada. En un futuro el parque podría contar también con terminales aéreas para hacer factible la exportación a bajo costo de los productos terminados. Es hora de abrir esta obra a mayor inversión privada que genere miles de nuevas plazas de trabajo y bienestar para las ciudades y pueblos cercanos.
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